La fiscal solicitó prisión preventiva, pero la Justicia ordenó la fijación de domicilio y presentarse una vez a la semana en la seccional.
La Fiscalía departamental de Lavalleja, a cargo de la fiscal Tania Vidal, solicitó la formalización de la investigación por reiterados delitos de atentado violento al pudor, reiterados delitos de abuso sexual y un delito de abuso sexual especialmente agravado, para un sacerdote de la Catedral Minas.
La magistrada solicitó la prisión preventiva del imputado, en el entendido que su permanencia en libertad puede perjudicar el desarrollo de la investigación.
Sin embargo la Justicia aceptó la formalización de la investigación pero no hizo lugar a la prisión. Dispuso el deber de fijar domicilio, la presentación una vez por semana en la seccional policial del domicilio y la prohibición de acercamiento y comunicación con las víctimas en un radio de 500 metros por 90 días.
Según el dictamen fiscal, el sacerdote mantenía una relación de amistad con la madre de las menores. El imputado frecuentaba el hogar familiar y prestaba ayuda económica a la familia, además de llevar alimentos y bebidas alcohólicas.
En esas circunstancias, el imputado mediante la intimidación y el abuso de poder que ostentaba en virtud de oficiar como referente religioso de la familia, en reiteradas ocasiones cometió los abusos.
En setiembre de 2019, las víctimas relataron los abusos que sufrían desde hacía varios años a su hermano mayor, que fue quien realizó la denuncia.
