La Policía brasileña cree que hay dos sicarios que vienen realizando ajustes de cuentas en la zona.
Esta vez el homicidio ocurrió en el barrio Isolina Gómez, en el lado brasileño del Chuy.
Dos hombres llegaron en una moto al lugar: primero identificaron a la víctima, posteriormente abrieron fuego contra él. El hombre que recibió los disparos era Julio Aparicio; un ciudadano uruguayo, de 34 años, sin antecedentes penales.
Aparicio no pudo reaccionar ante la ráfaga de tiros, que, finalmente, terminó con su vida. Fueron ocho los disparos de calibre nueve milímetros que el hombre recibió.
Desde el pasado 24 de diciembre hasta la fecha, ya son cuatro las ejecuciones de uruguayos del lado brasileño y una del lado uruguayo. Todos los casos se han enmarcado en ajustes de cuentas y nada se sabe de los homicidas.
La Policía brasileña cree que hay dos personas que se encargan de este tipo de sicariatos. Según fuentes consultadas por Telemundo, las deudas por droga y los negocios de contrabando podrían estar detrás de estos homicidios en la frontera.
