Además el hallazgo del celular del trabajador que vendió el robo, que había dicho que se lo habían robado, apareció en su casa y
El ideólogo del robo, compañero de trabajo de Rogelio Souza en el camión, había calculado que a esa hora de la mañana en el cofre del camión habría unos 300 mil pesos. Había pactado con sus cómplices que se quedaría con 50 mil y el resto se los repartirían entre los tres rapiñeros.
El compañero de Souza que vendió el robo hacía cinco años que trabajaba en el reparto y además recibía un salario de 71 mil pesos nominales.
Durante el robo actuó como si fuera una víctima más. Sabía que iban a tomarlo como rehén para llevarlo a abrir el cofre, y él los ayudaría a robar el dinero. Eso finalmente no sucedió, pero dos de los delincuentes ejecutaron a Souza, quien recibió seis disparos por la espalda. El otro delincuente tenía un marrón, con el que pretendían sacar el cofre de seguridad.
Según supo Telemundo, una cámara de videovigilancia y es testimonio de dos personas fueron claves para que la Policía, en tan solo una semana, resolviera el crimen. A las pocas horas se realizó un allanamiento en el cual incautaron una escopeta con mira telecópica, dos armas, municiones y droga. Las armas se analizaron y Policía Científica determinó que habían sido las utilizadas para asesinar al policía. Así fueron detenidos los primeros cuatro hombres. Uno de ellos señaló que el robo había sido vendido y apuntó al compañero de Souza.
Al otro día la Policía pide la orden de detención y lo detienen mientras está trabajando. En ese mismo momento allanaron su casa. Allí encontraron una escopeta, propiedad de uno de los cómplices durante la rapiña, droga y un elemento que terminó siendo clave: su celular. ¿Por qué? Él había dicho que en el atraco, en el que fue asesinado Souza, a él le habían robado el celular. Sin embargo, el celular estaba en su casa.