Una huella en el picaporte de la puerta interior ubicaba al homicida en el lugar del triple asesinato

Además, sus championes tenían rastros de sangre.

Tres marinos asesinados: dos de dos balazos en la cabeza y otro con seis impactos de bala. Sus tres armas de reglamento que no aparecen y nada que indique que el responsable haya entrado a la fuerza al destacamento del Cerro donde estaban de guardia.

La clave, según el texto de la imputación, está en uno de los detenidos: un exmarino que se había desempeñado en ese destacamento hasta marzo. Una huella en el picaporte de la puerta interior lo ubicaba en el lugar del triple asesinato. Además, sus championes tenían rastros de sangre.

El hombre fue detenido en un allanamiento en una casa en el Cerro. Allí se encontraron dos cargadores de pistola glock y una glock perteneciente a una de las víctimas.

En uno de los dormitorios encontraron, además, documentos de arme y desarme de pistolas glock y un diploma de tiro otorgado por la Armada Nacional.

El hombre fue acusado de homicidio muy especialmente agravado por su modalidad y porque cometió los asesinatos para consumar otro delito: robar las armas de los infantes de marina.

La Justicia imputó también a otras dos personas por un delito de encubrimiento. Se trata de los dueños de la casa donde fue encontrado el autor del homicidio y donde hallaron algunas de las pertenencias robadas a las víctimas.

Según la Fiscalía ayudaron al homicida a esconderse y a vender las armas.


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