Su hija y la pareja de esta confesaron haberla asesinado, y el móvil sería económico.
Silvia Sanguinetti, mujer peruana de 66 años, se había radicado en el balneario fernandino de Bella Vista en busca de mayor tranquilidad. Sin embargo, desde que sus familiares en el país andino perdieron contacto con ella el 31 de diciembre pasado, Interpol la buscaba de manera intensa. Finalmente, los restos de Sanguinetti aparecieron en la tarde de este lunes en la playa del balneario.
Los familiares de Sanguinetti pudieron hablar por teléfono por última vez con ella en Fin de Año, y desde entonces cada vez que la llamaban la que atendía era la hija de Sanguinetti. Esta les decía que su madre se había ido a vivir a otra ciudad y ella no tenía cómo contactarla. Por eso radicaron la denuncia en Interpol, que le pidió colaboración a la Policía de Maldonado. Los investigadores rápidamente intervinieron a la hija de Sanguinetti, peruana de 43 años, y a su pareja, un individuo con antecedentes por rapiña.
Al momento de su detención, ambos se encontraban en el balneario donde habitaba Sanguinetti en Bella Vista. Una vez en sede policial, ella declaró no saber dónde estaba su madre, pero el hombre dijo que primero intentaron un secuestro express y finalmente le dieron muerte. Los vecinos de Sanguinetti dijeron a Telemundo que no vieron nada raro. La última vez que la habían visto fue el día 3; desde entonces solo veían a la hija y su pareja.
La pareja de la hija de Sanguinetti confesó que el homicidio ocurrió en el segundo piso de la vivienda, y que el arma fue un objeto contundente con que la golpearon en la cabeza. Luego optaron por descuartizarla, guardar sus restos en una valija y tirarla en la costa fernandina. Este lunes se encontraron prendas de la víctima, al igual que una segunda valija.
El móvil habría sido económico: la hija de Sanguinetti y su pareja pretendían quedarse con el apartamento que esta tenía en Bella Vista.
