La familia asegura que el mejor regalo de Navidad fue ver a Erika feliz, pero necesitan ayuda para seguir adelante. No tienen trabajo estable y su sustento es vender ropa y accesorios en ferias vecinales.
La niña Erika, que recibió un trasplante hace dos meses, pasó su primera Navidad en familia y recuperó la capacidad de bailar y correr.
Erika, sus padres y otros cuatro hermanos viven una humilde vivienda en el barrio Plácido Ellauri.
Hace dos meses que Erika recibió el trasplante de corazón. Hacía un año y medio que estaba en lista de espera y su calidad de vida comenzó a deteriorase. Ahora con sus 8 años y su nuevo corazón volvió a correr y jugar.
El barrio Plácido Ellauri se encuentra lindero al Marconi. El Ministerio de Vivienda está reparando la casa que tiene techo de chapas.
Erika necesita un cuarto sin humedades, una buena alimentación y estrictos controles médicos.
La mamá relató a Telemundo que en este momento su única fuente de trabajo es la feria y que esta Navidad la sobrellevaron gracias a la solidaridad de amigos, vecinos y la Fundación Corazoncitos.
Los padres de Erika fueron recicladores durante muchos años hasta que tuvieron que vender el caballo porque no lo podían mantener.
Natalia dedica gran parte de su tiempo al cuidado de sus cinco hijos; el más pequeño, Lautaro, también padece una cardiopatía. Por esa razón, el padre de Erika, Leonardo, está buscando un trabajo estable.
Para comunicarse con la familia: 094 252 553
