Montevideo desafió al frío con hogueras y candombe durante la noche de San Juan

Al ritmo de los tambores del candombe uruguayo, herencia de los antiguos esclavos africanos, y al calor de las hogueras como aliadas para sobrellevar las bajas temperaturas del invierno austral, Montevideo convirtió parte de su casco histórico en una gran fiesta para celebrar la noche de San Juan.

"La trajeron los inmigrantes (la fiesta), pero acá se adaptó y fue incorporando otras tradiciones que intentamos reflotar porque se habían perdido un poco", contó a EFE Alicia Escardó, gestora cultural y una de los organizadoras de la cita, que antaño importó la inmigración europea que recaló en el país sudamericano. Y es que si bien esta tradición está ligada a la llegada del solsticio de verano en el hemisferio norte, Uruguay ha ido adquiriendo a lo largo de los años diferentes costumbres que todavía hoy se intentan mantener, como el juego de las cédulas de San Juan. "Tú ponías el nombre de la persona amada, lo tirabas al fuego y te quedabas con ella para siempre", señala Escardó.

No obstante, este particular ritual no faltó entre algunos jóvenes y mayores del lugar, reunidos a la vera del río de la Plata, en pleno Montevideo colonial y justo en la que antiguamente era conocida como calle de San Juan, lugar elegido para dar hoy la bienvenida oficialmente al periodo invernal. "Toda la ciudad vieja se comprometió con este evento y eso hace que vengan los vecinos y sea algo mágico", explica por su parte Sussy Asuaga, otra de las organizadoras junto a "uno de los pedacitos" que todavía quedan de la muralla que cercaba la ciudad.

Chocolate caliente, música en directo, puestos de gastronomía, poesía, títeres, manualidades, malabares con fuego, un recorrido guiado por el Montevideo antiguo, flamenco y hasta echadores de cartas del tarot pusieron color a la fría noche uruguaya. "Es una fiesta que en Uruguay es más tradicional del campo, de pequeñas hogueras, en la que celebramos el comienzo del invierno y la segunda noche más larga del año, porque la primera fue ayer y con una mezcla de religioso porque es San Juan", añade Escardó.

El frenético ritmo del candombe estuvo a cargo de la Agrupación Lubola "Ciudad Vieja", una comparsa de músicos especializada en esta manifestación cultural típica de Uruguay herencia de los esclavos africanos que llegaron en tiempos de la colonia y reconocida por la Unesco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

Asimismo, aunque aproximadamente desde hace una década se celebra la misma noche en otra plaza de la ciudad una gran fogata, con bailes y gastronomía típica de Cataluña (España), organizada por el Casal Catalá de Montevideo, ésta es la primera vez que se hace en el seno de la ciudad antigua de la capital uruguaya. "Nosotros a esta fiesta le quisimos dar una impronta bien montevideana y uruguaya y quisimos sumar otra hoguera en la ciudad, como en otros países, que hay cientos de hogueras en la misma ciudad", añadió Asuaga.

Unos tirando papeles con deseos o malos augurios al fuego, otros bailando y otros haciendo todo a la vez, la noche fue pasando con la sonrisa como compañera.

"Es una fiesta que estamos aprendiendo a conocer en Uruguay, que es nueva y que nos gusta. Empieza con una alegría de la gente y da para conocerse, beber a lo fuerte y disfrutar de la noche", explica a Efe otro de los asistentes, antes de brindar con su mujer con un poco de grapamiel, bebida alcohólica típica del país a base de licor y miel.

Fuente: EFE


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