El cardenal Sturla insistió en que la propuesta no significa que los sacerdotes se puedan casar ni flexibiliza el compromiso de la Iglesia con el sindicato.
Días atrás, el papa Francisco se mostró abierto a la posibilidad de que hombres casados pudieran ser ordenados como sacerdotes. Consultado al respecto, el cardenal Daniel Sturla aseguró que no se trata de una novedad y que de implementarse llevará algún tiempo.
"Eso no es ninguna novedad, porque de hecho en la iglesia católica de rito oriental ya existe. La novedad sería, así como están los diáconos casados, se diera un paso más. Pero obviamente, como lo dice el mismo papa, es un tema que se estudiará y no creo que haya ninguna decisión al respecto en el corto tiempo", expresó Sturla.
Consultado sobre la posibilidad de que el celibato deje de ser un obstáculo para quienes quieran dedicar su vida al sacerdocio, aseguró que no es el espíritu de la propuesta realizada por el papa. El planteo realizado por el sumo pontífice apunta a ordenar a hombres casados de fe comprobada, según sus palabras, que puedan prestar su servicio a la iglesia especialmente en zonas remotas donde no hay sacerdotes.
