Programa especial: Las tradiciones de la colectividad judía y sus celebraciones

En Cámara Testigo conoceremos a través del shabat la historia de este pueblo que está instalado en Uruguay desde hace más de cien años.

El rabino Ben Tzion Spitz habló con Cámara Testigo sobre los padecimientos de un pueblo que ha sido castigado en varias oportunidades. Su propia familia y la de muchos judíos uruguayos ha logrado escapar del nazismo, pero han perdido a amigos, padres y hermanos en el holocausto. El rabino explicó que la primera gran expansión del pueblo judío ocurrió hace dos mil años, tras la destrucción del Segundo Tempo por parte de los romanos. Ben Tzion expresó que el holocausto fue el intento más organizado de destruir al pueblo judío "desde una dimensión difícil de entender".

Sergio Gorzyczansky, presidente del Comité Central Israelita de Uruguay, explicó que los judíos en Uruguay pueden considerarse entre 15 mil y 30 mil. "Para algunos más ortodoxos los judíos son 15 mil o capaz que menos. Para los más laicos o que menos siguen la parte religiosa pero se siguen considerando judíos, y se podría llegar a los 30 mil", expresó. Además dijo que la gran mayoría no son estrictos en lo religioso, como tampoco los son los uruguayos en general. Gorzy dijo que las primeras comunidades judías cumplen cien años en Uruguay en el 2016. Más allá de que ya habían llegado judíos a finales del siglo XIX, las organizaciones comenzaron a formarse en 1916. "Los cien años que han pasado hace que nos parezcamos mucho más a la composición normal del Uruguay, donde el componente religioso y ortodoxo no es tan grande", sentenció.

Cada viernes de noche comienza el shabat. "Comienza desde que cae el sol el viernes de tarde hasta que salen las primeras estrellas el sábado de noche. Tradicionalmente hacemos una cena de shabat el viernes de noche y hay una preparación especial de comidas tradicionales", explicó el rabino Ben Tzion Spitz. Es un día de descanso para compartir con familia, con amigos. Toda la tecnología queda por fuera de la celebración. "Nos deja ser humanos por lo menos una vez por semana", sentenció. El sábado por la mañana leen la Torá, "el mismo texto que recibimos hace 3 mil años. Un día a la semana recordamos nuestras raíces, cuál es nuestro propósito, nuestra misión".

"Cada vez que un judío celebra shabat está confirmando que el mundo tiene un creador, que creó el mundo en seis días y descansó el séptimo día y lo consagró para toda la posteridad", expresó el rabino Eliezer Shemtov.


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