Bonomi: menor muerto en el Marconi había sido detenido por rapiña la semana anterior

El ministro aseguró que la situación en los barrios marginales está mejorando por los nuevos programas policiales. "Es difícil darlo vuelta", dijo.

El ministro del Interior Eduardo Bonomi visitó Código País este miércoles para hablar sobre los graves incidentes ocurridos el viernes pasado en el barrio Marconi. Se trata de una de las zonas más marginales del Uruguay, como prueba el adelanto de una entrevista con vecinos del lugar que se le mostró al jerarca antes de comenzar.

"No miran si hay gurises chicos, no miran nada, ellos entran tirando: es el Marconi", dijo uno de ellos. "Y la culpa la tienen siempre los que viven en el Marconi". Otro agregó: "Para los de afuera somos todos delincuentes. Te ven vestido con visera, championes con resortes y ya sos delincuente. Un pichi más".

Además, Código País entrevistó a Sandra Celada, una mujer que trabaja en Carrasco y vive con su familia desde hace ocho años en el barrio Las Acacias, lindero del Marconi. Es la madre del joven que fue muerto por la Policía el viernes y que desencadenó los incidentes, y sostiene que su hijo fue muerto en un operativo mal realizado. Dijo que ya fallecido tenía la marca de un zapato en la cara como si lo hubieran pateado, y que los vecinos le dijeron que él había levantado las manos antes de que le dispararan. Además, reiteró que lo mataron de tres tiros y no de uno solo, como dijo la Policía. Negó haber visto nunca a su hijo armado y declaró que al otro joven que fue herido por los oficiales y que está internado fue amenazado de muerte por efectivos.

"Yo quiero que paguen. Es lo que pido. Que no quede así", comentó Celada.

Bonomi dijo entender el dolor de Celada, pero según él "está desinformada". El ministro dijo que los policías declararon y que se realizó un informe forense con un médico judicial, no de la Policía, que determinó que hubo un solo balazo si bien este provocó cuatro orificios: unos de entrada y salida en el brazo y otros de entrada y salida en el tórax. Recordó que recientemente hubo un almacenero que mató a un rapiñero, y cómo el padre de este último se mostró sorprendido porque creía que estaba en la UTU y lo comparó con este suceso en el Marconi.

De acuerdo con Bonomi, hubo dos personas que realizaron una rapiña de la que se llevaron una moto, y a ellos estaba buscando la Policía cuando se les dio una voz de alto al hijo de Celada y el otro menor herido. Los oficiales, que creían que ellos eran los ladrones y se habían desecho de la moto robada, declararon que los jóvenes aceleraron y que el que iba detrás disparó cuatro veces hacia ellos. Entonces se les disparó y el tiro le dio al conductor, por lo que ambos cayeron; una vez allí, según Bonomi, el menor armado disparó dos veces más y fue cuando lo abatieron.

Desde tiendas oficiales se admite que la hipótesis de que los dos fueran los rapiñeros puede ser equivocada, pero el ministro se mantuvo firme en que dispararon hacia los efectivos y que estaban en una moto robada. Aclaró que también se había comentado que la moto era propiedad del joven herido; sin embargo, en declaración ante el juez el dueño del vehículo dijo que se lo habían robado días atrás.

Una semana antes hubo una rapiña en el Marconi y un tiroteo con la Guardia Republicana, luego del que los responsables fueron detenidos. Uno de ellos fue procesado y el otro puesto en libertad, Bonomi afirmó que ese era el joven que terminó muerto el viernes pasado. "Si lo hubieran procesado como todo indicaba que debería haber pasado, él estaría vivo en este momento", dijo. Agregó que este joven pertenecía a un grupo llamado Los Pibes del Puente y que hará un mes atrás uno de ellos murió; tras volver del velorio, sus compañeros trataron de robar un reparto y se tirotearon con la Policía, lo que desembocó en la muerte de un chico de nombre Agustín Aramburu. De acuerdo con Bonomi, el joven muerto el viernes pasado se tatuó ese nombre junto con el número 79, que en la quiniela es el ladrón. El ministro recordó que en las redes sociales se publicaron mensajes en homenaje al muerto, en los que se ensalzaba su vida como criminal.

¿Consta que hay abuso policial? "Hace tiempo que combatimos los maltratos, yo lo dije ya varias veces. Hay 300 policías que son dados de bajo en un año por situaciones de corrupción o de este tipo, y 100 aproximadamente van a la Justicia, la mayoría son procesados. Yo no quiero descartar que haya porque a veces hay, pero en este caso a mí me consta que no", declaró Bonomi. En 2013 se dio una situación similar a esta en el Marconi en el barrio Santa Catalina, y el ministro sostuvo que los oficiales involucrados en ese hecho fueron procesados. Además, según la tecnología de rastreo del Ministerio del Interior, se puede comprobar que tanto el patrullero como los oficiales estaban donde debían estar.

"Cuando yo asumí como ministro en 2010, el Marconi estaba ocupado por la Policía, por la Guardia Republicana, por los coraceros a caballo. Recuerdo que los titulares de prensa eran 'Marconi una favela' y yo dije que en Uruguay no había favelas, lo que provocó una discusión sobre el tema y terminamos invitando al secretario de Seguridad de Río de Janeiro, Dr. Mariano Beltrame. Pero esto era porque el Marconi estaba ocupado por la Policía a partir de disturbios muy grandes. Hace dos años o tres hubo otro muchacho muerto", comentó.

Ante el recuerdo del otro levantamiento e incidentes similares que sucedió pocos años atrás en Santa Catalina, Bonomi dijo que en ese momento "no había razón ninguna" para que los policías dispararan, y en este caso afirmó que sí lo había. "Si al policía le tiran, va a responder. No quedan dudas", dijo el ministro. "El Marconi era un escenario de rapiñas cotidianas, y hace tiempo que se están tomando medidas contra eso. Empezó el año pasado, pero yo contabilizo desde enero, que hay un operativo que se llama Luz Roja. Del 1º de enero al 10 de abril produjo aproximadamente un 35% de baja de las rapiñas, y desde el 11 de abril hasta la fecha, con el PADO, el Programa de Alta Dedicación Operativa, que hay presencia en el perímetro del Marconi y Casavalle y adentro presencia de la Guardia Republicana: produjo una baja del 60% de las rapiñas".

Por eso Bonomi considera que estos últimos disturbios se dieron como respuesta al aumento de presencia policial. "Se estaba preparando algo desde algunos días antes", consideró el jerarca. "El objetivo con el que se estaba preparando no forma parte de la información que tengo; uno tiene que interpretar por qué, y yo interpreto que había una presencia policial muy fuerte que molestaba y se quería desestabilizar. Esto fue el desencadenante. No digo que fuera parte de lo que estaba preparado". Para él, en Santa Catalina había indignación de los vecinos y también participaron en los problemas los vecinos trabajadores; en este caso según él no.

¿El barrio quedó rehén de este grupo delictivo que estaba preparando el levantamiento? "Es un hecho que sucede hace tiempo. Muchas veces se amenaza a los vecinos, y en este caso... Yo oí declaraciones de vecinos mucho antes de esto que decían 'puedo llegar a casa a las 11 de la noche, bajar en Aparicio Saravia e ir caminando hasta casa'. Y tengo también opiniones respecto a otro barrio cercano [el 40 Semanas] en el que el PADO solamente abarca la periferia, y para afuera está tranquilo pero la gente se quejaba de que adentro no", dijo Bonomi.

¿Se asemeja a las maras centroamericanas y las favelas en Brasil, con características de Uruguay? "Esto no es aquello todavía, sí tiene parentesco", afirmó Bonomi, y dijo que lo que hay en común es la noción de que "la vida se pierde en cualquier momento", por lo que no valdría la pena estudiar ni trabajar. El ministro aseguró que no hay vínculo entre la pobreza y la delincuencia, sino entre esta última y la inequidad: "Hay lugares de pobreza pareja y no sucede esto. La fractura se da cuando sucede y se acentúa en determinados momentos, pero no quiere decir que se haya generado allí. Donde se acentuó fue en la crisis del 2002, con gente que rompió todos los códigos". En este caso el adolescente muerto no provenía de una familia fracturada sino de padres trabajadores y un buen ambiente; Bonomi declaró que igual tiene que ver con la cultura del lugar.

¿Había ausencia del Estado o un Estado fallido en el Marconi? "Hay momentos en que se pierde la objetividad en el análisis para señalar responsabilidades", respondió Bonomi, "que sigue habiendo baja presencia estoy de acuerdo, pero que esa presencia aumentó fue en este período". ¿Y de ahora en adelante qué va a cambiar? "El PADO es un programa que llegó para quedarse, sobre todo con los resultados que nos está dando", dijo el ministro. "Esto no se puede encarar como un problema policial exclusivamente"

¿Significa eso que hubo un fracaso de las políticas sociales?:

Yo creo que es un proceso. Esto estaba muchísimo peor. Y ha ido mejorando. Pero a mí a veces me resulta un poco forzado, traído de los pelos, decir 'no hay [policías]'. Antes había menos, ahora hay más, se está produciendo un proceso. Es un proceso de fractura tan prolongado que es difícil darlo vuelta, pero ustedes capaz que recuerdan: en un momento alguien resolvió que los cantegriles dispersos en Montevideo había que concentrarlos en Los Palomares.

Y eso ayudó, porque los cantegriles dispersos no generaban un problema de este tipo. Sí estaban cerca de zonas más acomodadas, más ricas, que no les gustaba tener los cantegriles cerca. Pero concentrarlo todo en Los Palomares de Casavalle y de Cerro Norte provoca una concentración que genera un problema mucho mayor. ¿Y quién empezó eso? Esto empezó en la dictadura, y con la señora de un presidente que dio el golpe. Entonces no manejemos las cosas con ligereza.

Si bien los hechos del viernes buscaban, según Bonomi, desestabilizar la presencia policial, logrará lo contrario:

Esta es una discusión que se da a dos puntas. Una la veo en los comentarios en las redes después del informativo, y dicen: 'Esa gente', y se refieren a todos los que viven ahí, 'son iguales y hay que pasarles con la topadora'. Y eso es un terrible error, porque esa gente que vive ahí mayoritariamente es gente de trabajo que estudia, que vive la vida tranquilamente, y hay una minoría que hace esto. Ese es un terrible error, si se siguiera ese camino se agravan los problemas.

Otro error es decir: 'Ahí lo que hay que hacer llevar el Estado solamente desde el punto de vista de la educación, la cultura, la salud. La Policía no tiene nada que hacer'. Cuando se producen los problemas de seguridad que se producen, la Policía tiene que llevar garantías para que lo otro funcione. Y si no hay garantías, la gente del transporte dice 'yo no entro'. La gente de la salud dice 'yo me voy'. La gente de la escuela dice 'yo no trabajo más ahí'. Entonces nos dicen: 'Si entra la Policía estigmatizan el barrio'. No, señor. Se estigmatiza el barrio cuando la salud se retira, cuando el transporte no entra, cuando la educación deja de trabajar. Y para eso hay que dar garantías.

Por una punta se agrava el problema, por el otro se impide que se solucione.

Lectura política: usted está hablando para dentro y fuera del Frente Amplio.

Por supuesto. Pero el FA lo está corrigiendo. Yo espero que vayan corrigiendo la visión de que 'son todos iguales, hay que pasarles con la topadora'. Es un peligro terrible.


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