“Esto no pasa por poner más o menos policías, pasa por ser eficiente en la gestión de los partidos de fútbol y de básquetbol”

El subsecretario del Ministerio del Interior, Jorge Vázquez, analizó la posible instalación de cámaras de identificación facial para que pueda retornar el fútbol uruguayo. Además, habló de la gestión del ministerio y de los acuerdos multipartidarios.

La salida de Julio Guarteche

Ha sido una pérdida muy importante para el país. El comisario Guarteche era una persona que sobresalía por sus características personales y su profesionalidad. Cuando él deja el mando, que lo asume el comisario Mario Layera, él envía una carta para ser leída en el acto de pase de mando donde tiene conceptos muy importantes y nosotros decidimos hacer una publicación porque es un mensaje para los nuevos policías o para los policías de la nueva Policía porque habla mucho del respeto al orden, de la defensa de los derechos de las personas, de la profesionalidad, de aquello de que lo que importa es el logro del trabajo del equipo y no importa quién es el que se lleva los laureles.

El refugiado sirio Jihad Diyab apareció en Venezuela

Nos enteremos que había aparecido en Venezuela. Ya sabíamos hace bastante tiempo que había desaparecido de los lugares habituales en los que estaba. Lo aclaramos en varias oportunidades esta persona había venido como refugiado al país, y como tal tenía libertad total de desplazarse por todo el territorio nacional. Incluso el Ministerio de Relaciones Exteriores le había emitido un documento de viaje que le permitía viajar en los países de la región y en aquellos países que eventualmente si él pedía autorización lo podían aceptar.

Él era un refugiado uruguayo pero no perdía su nacionalidad. No era un sujeto a ser observado por Inteligencia. La información que se nos suministro desde Estados Unidos cuando vino a Uruguay era que era una persona a la que no se le había comprobado su participación en ningún acto terrorista.

En mi opinión, era una persona que estaba muy afectada por su período de reclusión. Pero bueno, que el análisis lo hagan los psicólogos.

No hay registro de su salida del país. Es todo muy reciente. Hay contacto entre nuestros policías, pero estamos esperando un informe oficial.

No tenía prohibida la salida del país. En el Uruguay no cometió ninguna irregluridad. En todo caso, la cometió en Brasil. Y habrá que ver cómo entró a Venezuela.

Seguridad en el fútbol

El escenario actual es el mismo que el de la semana pasada. En la ante última reunión que tuvimos con la AUF, les preguntamos cuáles eran las nuevas medidas que se iban a tomar para poder iniciar el campeonato el 6 de agosto, porque estaba pendiente el tema de las cámaras de identificación facial, que tiene más de dos años de historia.

Todos los dirigentes de los clubes y la AUF, la Policía y nosotros estábamos de acuerdo en que después de haber ensayado varios mecanismos para poder controlar la violencia en el deporte, llegamos a la conclusión de que la única manera de que no haya violencia en los espectáculos deportivos es que los violentos no entren. La única manera para que los violentos no entren es tener un sistema como el de reconocimiento facial, que identifique a las personas que hayan participado en actos violentos, los ponga en una base de datos y que sean detenidos cuando salen del espectáculo deportivo o que la AUF decida que esas personas no entran. Y eso iría automáticamente limpiando las canchas de esas personas que son violentas.

Por otro lado, iba a tener un efecto disuasivo, porque todas aquellas personas que tiene un conflicto con la ley no van a ir a los espectáculos deportivos porque saben que ahí la Policía los puede detener.  Y por otro lado, todas aquellas personas que podrían incurrir en un acto de violencia, saben que van a quedar registrados y que de ahí en adelante no van a entrar por equis tiempo a los espectáculos deportivos.

Y otra cosa, que para nosotros es muy importante porque lo discutimos durante muchos años, fue el hecho de que todos dicen “todos sabemos quiénes son los violentos”. Pero la Policía no puede tener un registro de personas violentas, puede tener un registro de personas con antecedentes delictivos. Los clubes, los dirigentes y los referentes de seguridad de los clubes saben quiénes son los violentos, pero dicen “no, no queremos decirlo porque tenemos miedo”. Yo entiendo que esa gente tenga miedo.

Tenemos que buscar un mecanismo, porque tampoco podemos darle a nuestros policías 50 fotos y que cada policía se ponga a mirar si el que entra corresponde o no.

Ensayamos, por ejemplo, la venta de entradas con la presentación de la cédula de identidad: fue una manera de poner un obstáculo, pero no sirvió.

El tema del regalo de la entrada, que es una costumbre vieja en el fútbol uruguayo, ya desde el año 2009 teníamos un acuerdo con la AUF por el que las entradas de favor no corren más. Sin embargo, eso se siguió dando.

A mí el presidente de Peñarol me dijo delante de otras personas que Peñarol compra 200 entradas y las reparte porque con eso se asegura que no va a tener problemas en las tribunas. Y eso también fracasó.

En algún momento se dijo que el Ministerio del Interior pedía que las barras bravas participaran de la seguridad de los clubes, pero eso no es cierto.

Lo que siempre se pidió es que todos los cuadros deben tener un referente de seguridad, una persona que generara respeto, que es un referente para el club. También dijimos que cada cuadro debía tener también un equipo de seguridad, identificado y registrado, de manera tal que el primer elemento de contención frente a un problema en una tribuna sea el propio cuadro. Porque cuando entra la Policía se generan otros problemas mayores. Pero eso también fracasó.

Estamos en el 2016, y en la última reunión que tuvimos con la AUF nos dijeron que los cuadros están terminando de nombrar los referentes. El único cuadro del que tengo conocimiento que registró una empresa de seguridad fue Nacional. Peñarol nos hizo llegar un listado de personas que iban a colaborar con la seguridad y al poco tiempo hubo que dar de baja a algunos de ellos porque estuvieron detenidos o resultaron muertos.

Cuando Damiani me planteó lo de las entradas, le dijimos que hace años estaba prohibido hacer eso.

En el partido Peñarol-Plaza Colonia teníamos la información de que se repartían entradas de favor, cosa que estaba prohibido. Una foto muestra grupos de entradas que están dirigidas a grupos concretos. Ese caso tiene una investigación.

En el último partido de Peñarol se habían contratado dos empresas de seguridad: una para cubrir adentro del estadio y otra para afuera. La empresa que se contrató para cubrir afuera está registrada en el Ministerio del Interior, pero no tiene ningún funcionario anotado.

Sabemos que hay dos personas que tenían como cometido comprar cincuenta entradas con plata que les dieron para repartir entre la hinchada. Se repartieron treinta. Y la hinchada estaba reclamando las veinte que faltaban. Eso fue lo que generó el problema. Y esto también está siendo investigado porque hay una irregularidad muy importante: no se puede contratar una empresa que no esté debidamente registrada y que no tenga registrados a sus empleados. Además del hecho de que se hayan repartido entradas en la puerta.

Hace muchos años que nadie asume la responsabilidad de tomar este tema con seriedad y con responsabilidad. Por eso, en la ante última reunión, la AUF no nos propone ninguna salida.

¿Los problemas se solucionan poniendo 200 policías? No, porque el lío se arma igual. Porque esa gente que participa en esos hechos de violencia no le tiene miedo a la Policía, y la Policía para actuar tiene que hacerlo de forma muy medida. Si la Policía entra a la tribuna es muy probable que mucha gente que no tiene nada que ver con el lío sufra las consecuencias. Una avalancha donde hay 12.500 personas, puede resultar en la muerte de cientos de personas. Hay que ser muy medido.

Esto no pasa por poner más o menos policías, pasa por ser eficiente en la gestión de los partidos de fútbol y de básquetbol.

Cámaras de reconocimiento facial

Los encargados de seguridad, cuando hablan, tienen que saber de qué hablan. Antes de decir que el director de la Policía mintió o no, debería estar enterado de qué fue lo que pasó. Yo he sentido que el responsable de la seguridad de Peñarol ha dicho que este sistema es muy difícil porque las imágenes tienen que viajar, entonces el ancho de banda… eso no es cierto. Todo ese sistema está pensado para que sea sustentable, y las imágenes quedan en el propio sistema. Y el sistema es muy eficiente, está probado en todas partes del mundo. Y acá no vamos a descubrir la pólvora. Hay algunos equipos que reúnen las condiciones básicas para ser eficientes.

Lo que tenemos que lograr es un sistema lo más económico posible y que nos dé la mayor garantía posible de que cuando nosotros identifiquemos una cara por lo menos tengamos un 95% de posibilidades de que sea la persona. Con eso vamos a presentarlo a la Justicia o le vamos a decir que no entra.

En la última reunión, dos representantes de Peñarol dijeron que tenían cámaras de identificación fácil. Pero si cada uno empieza a poner lo que quiere y los sistemas no se hablan entre ellos, tampoco sirve de nada.

Nosotros empezamos a gestionar un sistema así antes de que se terminara el estadio de Peñarol. Y sabíamos que, aproximadamente, todo eso costaba unos 4 millones y medio de dólares, podía ser un poco más o un poco menos de acuerdo a lo que uno le agregue o le saque al sistema. Eso costaba instalar un sistema completo en el Centenario, en el estadio de Peñarol y en el Parque Central, además de seis equipos móviles para cubrir las canchas chicas, que no tienen por qué tener un sistema instalado. Si hubiéramos pedido instalar este sistema en todas las canchas, hubiera salido una enorme cantidad de dinero.

Los lugares donde se generan los problemas es donde juegan los cuadros grandes. Si Peñarol que invierte 42 millones de dólares en el estadio, diluir la cuota aparte no parecía un problema financiero. Nacional que está con un proyecto de ampliar por 20 millones de dólares, tampoco parece una inversión desmedida. Y esto en el Centenario, que hay que arreglarlo, tampoco era una inversión desmedida.

En la última reunión con el presidente de la AUF nosotros dijimos: como el problema mayor que tenemos nosotros son los partidos de alto riesgo, no los vamos a cubrir. ¿Cómo bajamos el riesgo? Una de las maneras es colocando las cámaras de identificación facial en el estadio Centenario y nosotros mientras ustedes instalan, reinstalamos la Policía. Desde el momento en el que firman el contrato con la empresa hasta que instalen, que puede llevar tres o cuatro meses, nosotros restituimos la Policía porque vamos hacia otra cosa, hacia una salida que le va a permitir al fútbol desarrollar sus espectáculos en un clima de tranquilidad y convivencia.

¿Vamos a seguir hasta cuándo? ¿Hasta que maten a alguien en el estadio? Y ahí se terminó el fútbol. Hagamos un alto, reflexionemos, no podemos seguir con indefiniciones. El Ministerio del Interior tomó las medidas por el bien del fútbol.

Una vez que estén instaladas las cámaras, ahí se pone un cero. Con las cámaras se registran a aquellas personas que tiene una actitud incorrecta en los estadios. Ya en el próximo partido no entran. Esta inversión en cámaras significa que necesitamos muchos menos policías y menos seguridad privada. Si hay problemas, la Policía sí entra.

Hoy no se puede hablar de una fecha de comienzo, porque nosotros le planteamos esto al presidente Valdez y no hemos tenido ningún retorno. Lo que hemos tenido han sido los trascendidos de prensa.

Que la AUF haga su mejor negocio, pero el mejor negocio para los uruguayos es que retomemos el fútbol en un clima de tranquilidad.

Legislación para el personal de seguridad privada de los clubes

Hay una reglamentación sobre las empresas de seguridad así como las empresas de seguridad que custodian valores andan armados, porque pueden hacer uso del arma, pero pueden hacerlo en ciertas condiciones. Hay empresas que de seguridad que no están armados, que tienen que hacer cumplir las normas para las cuales fueron contratados. También he sentido que algún responsable de seguridad ha dicho “la hinchada le pasó por arriba y entraron al campo de juego porque la Policía no estaba”. Si hubieran estado las cámaras, ¿quién se anima a saltar el alambrado? Porque salta y después no entra en ningún partido más.

Los primeros que hicieron una inversión en el estadio Centenario fue el Ministerio del Interior, que instaló cámaras en el estadio, en el entorno del estadio, en las zonas donde se concentran las hinchadas y en Tres Cruces. El jefe del operativo controla el movimiento de las hinchadas, pero eso no se instaló para la identificación facial.

Acuerdos políticos por seguridad en reuniones multipartidarias

La respuesta clara ante la propuesta del Partido Nacional fue la que dio el conjunto del sistema político donde ningún partido acompañó la posición del Partido Nacional o la que generó el senador Lacalle Pou.

Se ha avanzado mucho. Lo que se plantea de esperar un mes para que se aprueben las leyes es una pérdida de tiempo, porque podemos ir generando acuerdos como se ha hecho y simultáneamente ir aprobando las leyes. El Parlamento tiene sus tiempos.

Con respecto a los cuestionamientos el equipo del Ministerio del Interior, diría que si hubiera un análisis crítico de la gestión del ministerio, yo podría aceptar las críticas e incluso, si hubiera elementos contundentes,  decir “muy bien, tiene razón, nos tenemos que ir”. Pero nunca hubo un análisis objetivo de la gestión del Ministerio del Interior. Y una gestión no se mide solamente por si hay más o menos delitos. Por primera vez, ahora, las rapiñas empezaron a decrecer.


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