Durante cinco años, González Valencia vivió tranquilo en Punta del Este, pero finalmente cayó preso y su detención dejó al descubierto una compleja trama. Código País estuvo en su mansión de Punta del Este y además entrevistó al director nacional de Policía, Mario Layera.
El 21 de abril a las 18:00 horas González Valencia se citó con un exjugador de fútbol, en el gimnasio del colegio de sus hijos, con la intención de irse del país. La Policía, al tanto de la huida del delincuente, adelantó un día su operativo de captura.
En el momento del encuentro con el exfutbolista, el mexicano vio llegar a la Policía, sacó su celular del bolsillo y lo partió en mil pedazos. Pero antes de entregarse, el narcotraficante intentó sobornar a los efectivos policiales.
Entrevista al director nacional de Policía, Mario Layera:
¿Cuándo se dio cuenta que esto era un caso tan importante?
Siempre causa sorpresa que individuos involucrados a tan alto nivel en las organizaciones criminales, estén en nuestro país. Es una sorpresa del momento, porque en el contexto internacional ya hace tiempo que ocasionalmente recibimos visitas de este tipo de individuos. Es un trabajo ahora más aceptado.
¿Por qué es tan clave este hombre?
Su organización es una de las organizaciones nuevas, surgidas dentro de conductas criminales diferentes, con otro tipo de perfil que cambia un poco la investigación a nivel internacional, de los grupos que participan actualmente en el narcotráfico. Todas las agencias involucradas en diferentes investigaciones observan atentamente y procuran información sobre esta conducta seguida por narcotraficantes.
Cuando presentamos el informe vimos que de un tiempo a esta parte se ha multiplicado la presencia de narcos extranjeros en Uruguay, este caso lo confirma. ¿Cree que puede darse algún tipo de enfrentamiento entre carteles en territorio uruguayo?
Es algo que nos preocupa desde hace bastante tiempo. La presencia de estos individuos hasta el momento ha sido de una forma no violenta, más bien de un perfil muy bajo, de pasar desapercibidos. Manejan la clandestinidad de una manera muy especial, utilizando un volumen importante de infraestructura financiera económica.
Tratan por todos los medios de no llamar la atención y de no hacer negocios que los involucren en enfrentamientos acá, donde están tratando de residir. Pero no escapa a nosotros que esa tendencia también existió en Argentina y sin embargo terminó con enfrentamientos entre organizaciones en Buenos Aires, lo mismo en Brasil. Nosotros tuvimos un caso más pequeño, hace poco tiempo un narcotraficante paraguayo fue ejecutado. No podemos generalizar pero estamos en alerta y nos preocupa mucho esta situación. Nuestros planes de Inteligencia involucran este tipo de situación.
¿La Policía está preparada para repeler un ataque?
No esperamos una acción violenta, pero sí creemos que tienen capacidad de corrupción y esa es la principal carta que ellos tienen para jugar si pretenden evadirse de donde están recluidos.
Eso es lo que les facilita y lo que les vuelve exitoso su plan. Estamos agotando todas las medidas, en este caso son de carácter reservado, para impedir ese tipo de situaciones. Todos los esfuerzos tienden a que se recluya en un sitio distinto de seguridad, solo y con guardia especial que rota continuamente. Con inspecciones sorpresivas dispuestas por comandos diferentes, para que no haya un solo grupo de policías de control.
Uruguay en esto aparece realmente fortalecido, en lo que son las instituciones y el sistema político de Uruguay. Nunca ha surgido un elemento que indique que esa sería una amenaza.
¿En qué condiciones está la esposa de González Valencia?
Ella está recluida en condiciones diferentes. No la observamos como una líder si no como una asistente. Por supuesto que debemos tener cuidado pero no entendemos que haya una amenaza, un problema con la reclusión de ella.
¿Por qué se demoró tanto en la detección de estos narcos? ¿Hubo alguna falla?
No hubo ninguna falla, no quiero cuestionar el informe, pero el tema que manejaron los dos millones de dólares en efectivo no fue así, se usaron empresas para la transferencia del dinero, por lo tanto ese dinero nunca estuvo acá. Por eso tampoco hubo una alerta sobre ese dinero. El sistema se alertó a partir de una cuenta de 50.000 dólares abierta por esta señora. Ahí se alerta. Mientras, eran empresas que no llamaban la atención. A veces uno tiene que confrontar con información relacionada, cuando esta señora fue colocada por EE.UU. en la lista de personas vinculadas, surge que aparece una cuenta en nuestro país a su nombre. Ahí comienza la investigación de la Unidad de Inteligencia Financiera que luego pasa a la Secretaría Antilavado (...). En principio no estaba id entificado este hombre, porque usaba otro nombre, cuando se lo identifica se lleva a acciones para juntar toda la información. Se pide información a EE.UU., comienza el intercambio y se empieza a monitorear la actividad de toda esta gente, los Panamá Papers llevan a acelerar el proceso, él detecta la actividad policial e intenta escapar.
Se lo captura en una escuela ¿no había más remedio que hacerlo ahí?
Cuando se detiene al hombre, el efectivo ingresó al local y le explicó a la directora lo que estaba sucediendo y le dice que resguarde a los hijos de González Valencia. Luego del impacto inicial, hubo una reunión de padres que planteó preocupación por el procedimiento, y nosotros explicamos paso por paso cuál fue la situación.
