El canciller uruguayo explicó cuál es la situación diplomática actual con el país vecino y, si bien no quiso dar detalles al respecto, aseguró que Uruguay se prepara ante la posibilidad de comparecer en La Haya.
Aldo Silva: Canciller, un gusto tenerlo por aquí otra vez.
Encantado de estar con ustedes de nuevo
AS: Muchas gracias. Vamos a empezar hablando de la República Argentina porque es un tema recurrente, tenso. Días atrás el gobernador de Entre Ríos, Serio Urribarri, dijo después de reunirse con el canciller Timerman que el gobierno argentino ya tomó la decisión de ir a La Haya otra vez por el tema de UPM ¿Usted que opina? ¿Terminaremos en La Haya otra vez?
Mire, de ser así Uruguay está preparado y no hay ningún problema. Si el camino para resolver problemas de interpretación o dudas jurídicas que puede haber existen en la otra parte y tenemos diferencias en cuanto a interpretación y aplicación del fallo de la Corte Internacional de Justicia, entonces el mejor ámbito para resolver eso es La Haya. No lo hemos podido resolver en este tiempo de negociación, llevamos cuatro años sin poder publicar un informe del comité científico, que es un poco en centro de todo esto. Entonces hay interpretaciones que tienen que ver con esto, hay interpretaciones que tienen que ver con la producción… el mejor ámbito y el que da mayores garantías desde el punto de vista jurídico es la Haya.
AS: Estamos en una especie de círculo vicioso ¿no? Uno ingresa en la web de la Cancillería argentina y aparece el informe de UPM, pero usted dice que no se pueden publicar. ¿Cuál es el escenario real de todo esto? Los informes de la Cancillería argentina hablan de que Uruguay está incumpliendo…
No es que no se puedan publicar informes de acuerdo a los resultados de los laboratorios. Lo que no hay es un informe del comité científico porque tiene que lograr un acuerdo de sus integrantes para poder publicar ese informe. Entonces usted tiene en la página web de un matutino de nuestro país, también colgados la información que nosotros hicimos pública en octubre del año pasado respecto a los diferentes estándares. Y cómo esos estándares de acuerdo a la aplicación del capítulo 5to del Digeto de la CARU, Uruguay va conforme a eso y a los contenidos que debe tener los efluentes, y no contamina la planta, lo cual ha permitido todos los pasos que ha tomado el país.
AS: ¿Lo sorprendió lo que pasó últimamente? Esta decisión argentina de ir a La Haya, los términos duros en los comunicados...
No, nosotros lo habíamos previsto cuando se manejó el primer aumento y cuando quedaban unas cien mil toneladas pendientes de aumento, todo este escenario nos lo imaginábamos. Era el escenario que habíamos señalado y que habíamos manifestado al sector privado del Uruguay cuando habíamos dicho ‘sí, todo muy bien, hemos avanzado en este tiempo, pero también recuerden que hay cien mil toneladas de aumento de producción pendientes’.
Antonio Ladra: ¿Y por qué no se hizo todo junto? Para tener un solo problema, en lugar de dos.
Esa no es una pregunta para mí, porque yo no soy el que hace las habilitaciones de aumento de producción. Sí hicimos el trámite en la CARU y ese trámite en la CARU era por 1.300.000 toneladas. Después tenía que ver con exigencias que el Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente puso a la empresa para otorgarle el aumento: torre de enfriamiento, reducción de niveles de fósforo, etcétera, etcétera. Algo que permitiera a la empresa mantenerse como la más eficiente en términos ambientales en el mundo, prácticamente. Es decir, no existe una fábrica tan monitoreada como esta y no existe una fábrica que tenga una dimensión de revisación periódica como esta. Sus indicadores, de acuerdo a los estándares más exigentes de la Unión Europea, muestran que UPM siempre está entre las primeras dos o tres fábricas en cuanto a los resultados ambientales.
Gabriela Santini: Esos requisitos a nivel del área ambiental se hicieron obviamente porque se aprobó la nueva autorización de aumento… Esto tenía un cronograma que se había aprobado en el cual tenía que ver con presentación del proyecto, comienzo de las obras y en función de eso se iba aprobando el aumento de producción.
GS: ¿Y todo eso fue informado a Argentina?
Además está contenido en la propia resolución que originariamente aumenta a 1.204.000 toneladas y eso era un motivo de comunicación permanente en el ámbito de la CARU.
AS: Canciller, sinceramente le digo, yo no recuerdo si fue durante el gobierno de Tabaré Vázquez o el del presidente Mujica, que se hablaba que de alguna forma lo que pasaba es que se acercaban las elecciones en Argentina. Ahora yo le pregunto a usted, el señor gobernador Uribarri es precandidato presidencial oficialista en Argentina ¿Usted cree que el tema electoral otra vez está sobre la mesa en esta situación?
Yo no opino de política interna de otros países, incluso esto para nosotros tiene un ámbito de negociación que es la CARU, de negociación que es la CARU. Y en función de los resultados que se puedan obtener ahí avanzar en ese marco institucional. Eso es para nosotros la relación en este punto con la República Argentina. Cuando hay que apelar vamos a hablar con nuestra contraparte en el Ministerio de Relaciones Exteriores de Argentina pero no vamos a hacer ningún análisis de la política interna de Argentina sobre este tema.
GS: Precisamente en una nota su contraparte de Argentina dijo, una vez que se tomó la decisión de autorizar el aumento de producción, que iba a revisar uno por uno los acuerdos bilaterales. Y en las últimas horas el diario Perfil publicó que Cancillería había pedido un menú de opciones para afectar los intereses de Uruguay.
Uruguay toma respuestas sobre estos temas, si hay medidas que puedan afectar el interés de Uruguay, Uruguay va a responder de acuerdo a lo que pueda hacer, en función de los tratados y la normativa vigente en nuestro país. Esto ha venido haciendo desde octubre hasta la fecha para dejar mejor posicionado a Uruguay en lo que tiene que ver con navegación, puertos, con temas comerciales, encontrando diversificación de mercados promoviendo otras soluciones o mejorando las actuales de acuerdo a nuestra infraestructura.
AS: Aquí en Uruguay ha tenido un apoyo muy grande el gobierno, la oposición ha cerrado filas a la hora de esta situación con Argentina. ¿Y a nivel empresarial? Porque hay cámaras empresariales que se han manifestado, por ejemplo la Cámara Uruguayo Alemana ¿Usted ha tenido comunicaciones directas con representantes de otros países?
Hemos mantenido en función de lo que la agenda internacional lo permite, pero tanto el subsecretario Luis Porto como yo hemos mantenido contacto con el sector empresarial a los efectos de transmitir lo que ha sido la evolución de este tema. Porque no es algo que empezamos ahora, tiene una secuencia desde el mes de octubre de relación e intercambio de información. Siempre damos la información que necesitan para mejor posicionarse en estos asuntos.
AS: ¿Pero no ha tenido ningún comentario o preocupación extra sobre el tema?
Las preocupaciones existen y hoy también se han expresado dirigentes de la Cámara de Industrias, de la Unión de Exportadores manifestando su preocupación respecto a seguir caminando por el diálogo. Ese es el objetivo que plantean, nosotros siempre vamos a mantener abiertas las instancias de diálogo y las instancias institucionales que tenemos con Argentina por estos asuntos.
AL: Usted plantea la necesidad de apostar al diálogo bilateral profundo, por otro lado usted dice que Argentina no actuó de buena fe en la relación bilateral. ¿Hay alguna razón para ese cambio? Porque ahora salió con mucha fuerza Uruguay.
Cada vez que nuestro país ha tenido que hacer un comunicado por un tema bilateral con Argentina y otros temas regionales siempre hemos sido muy claros en los posicionamientos políticos y jurídicos de nuestro país. Hemos sido muy gráficos a la hora de decir las cosas. Hemos sido duros en 2011, hemos sido duros en 2013. En algún momento hubo un intercambio de comunicados que se llamó “la guerrita de los cancilleres” pensando que los cancilleres son autónomos que hacen sus propias gestiones. En cada uno de esos casos siempre hemos sido concretos y tajantes a la hora de marcar la posición de Uruguay. Fundamentalmente por si mañana hay que ir a explicarlo en la Corte Internacional de Justicia, para que esté todo claro desde el comienzo.
GS: Pero nunca se había hablado de “mala fe”
Mire nosotros tomamos siempre el punto en el cual el otro se afirma. O sea, la comunicación argentina también habla de mala fe uruguaya, Uruguay no tuvo mala fe en este tema y si ha habido mala fe ha sido en estos casos en los cuales todavía no se ha podido aprobar proyectos productivos, algunos proyectos de infraestructura en la costa de Uruguay siendo que Uruguay ha venido cumpliendo sistemáticamente con la aplicación de los artículos 7 al 12 del estatuto. Entonces, simplemente estamos contestando un punto rebatiendo puntualmente algo que había señalado la República Argentina.
AL: Usted dijo en su momento que su paciencia era infinita pero que las urgencias del país eran mayores, o sea, que los intereses uruguayos tienen muchas urgencias. Pero parece que al gobierno se le terminó la paciencia ¿puede ser?
No, no, no, Uruguay siempre va a considerar – y eso creo que es independiente de cualquier gobierno- va a considerar a Argentina un país amigo y nunca va a alterar ninguna instancia de diálogo o de relación política con la República Argentina.
AL: Con la República Argentina sí pero el gobierno argentino, acá hay que diferenciar. Porque parece que Timerman fuera el peor enemigo que tiene el Sarratea moderno.
No, no, nosotros hemos hecho muchas referencias al Artiguismo. Me critican por hacer referencias al Artiguismo todo el tiempo y yo siempre repaso los textos artiguistas y ahí uno ve en las Instrucciones del año XIII los conceptos estratégicos no eran la capital fuera de Buenos Aires como aparecía en los textos de Primaria como estudiábamos en la escuela. Él quería el accionar libre del puerto de Colonia, del puerto de Montevideo y del puerto de Maldonado. Hablaba de puerto oceánico, del puerto salida de las hidrovías del Uruguay y del Paraná y del puerto de Montevideo. Y esos fueron los conceptos estratégicos que nos transformaron en país independiente. El planteo nuestro desde el comienzo fue un planteo de terminar con la guerra de puertos, vamos a hacer cada uno la mejor infraestructura que podamos, a mejorar las condiciones de navegación para todos y que esto fluya de la mejor manera. Ese era el objetivo cuando hemos venido hablando del Martín García, del Río Uruguay o del comité de la hidrovía.
GS: Pero no ha habido avances en ese sentido
Este tema tuvo sus pequeños avances, no se pudieron concretar en poner una draga porque nunca llegamos a tiempo, siempre el tema UPM llega antes, eso es un dato de la realidad. Cuando prácticamente tenemos listo todo para el dragado del Río Uruguay tenemos este tema…
AS: ¿UPM es un problema o es un pretexto?
No es ni un problema ni un pretexto, UPM es algo que tiene un valor emotivo simbólico muy fuerte para la República Argentina y para la República Oriental del Uruguay. En función de ese asunto se transforman algunas realidades que nosotros, quizá, se podrían llevar de otra manera en otro contexto.
AS: Yo estaba pensando en el escenario del gobierno del presidente Mujica y en gobierno de Vázquez. Vázquez tiene una relación con el gobierno Kirchneristas y Mujica pasa raya…
También trabajé para el gobierno de Vázquez, en los temas de política exterior en otro destino y en otro ámbito. Para mí siempre fue importante remarcar que existió una continuidad en la gestión de política exterior que se había realizado en los primeros cinco años de administración frenteamplista. Los avances son los que se han podido lograr, los que se han podido lograr se han concretado. Los otros… ha habido una lógica diferente en el Uruguay viendo otras administraciones. Creo que hay cierto paralelismo entre la administración Vázquez y la de Mujica. Nosotros hemos visto que se entregó mucha soberanía en otras administraciones a la República Argentina en el Río de la Plata y el Río Uruguay. Se entregó por ejemplo, todos los barcos que están parados frente a Playa Malvín y al Buceo están esperando para entrar al puerto de Argentina. Esos canales se les dio para dragar a Argentina exclusivamente.
AL: ¿Eso cuándo fue?
Eso fue en los años 96, 97.
AL: Segundo gobierno de Sanguinetti
Es muy importante tener la administración conjunta de los canales porque no hay jurisdicciones exclusivas. También se le entregó en otro período jurisdicción exclusiva a la Argentina en el Río de la Plata en la salida del Río de la Plata y la jurisdicción exclusiva de Uruguay quedó aguas arriba. Entonces para la salida Uruguay tiene que pasar por jurisdicción exclusiva argentina. Eso también fue una entrega de soberanía porque no es un concepto que estaba en el tratado del Río de la Plata. También en otro momento se le entregó a Argentina el 30% del peaje del dragado del Canal Martín García. Yo decidí que había que poner punto final a cualquier tipo de concesión de soberanía en el Río de la Plata o en el Río Uruguay. No se admitía más porque ya esas concesiones que Uruguay había tenido en el Río de la Plata ya rompían el saco. Entonces dijimos: vamos a avanzar hasta donde se pueda, cuando llegue un pedido que no corresponde, la negociación se parará acá. Entonces el tema de UPM, porque vamos a volver a la pregunta originaria, el tema de UPM es un tema de soberanía es el punto. Si Uruguay no puede aumentar 100.000 toneladas de producción de celulosa de una planta cuando están dadas las condiciones ambientales, estamos en el horno. Entonces es un tema de soberanía. Uruguay tiene que hacerlo por una decisión soberana del país, de poder aumentar su capacidad de producción. Como en su momento lo hizo para la instalación de la planta. Hay muchos paralelismos en la política, en las cosas como se hicieron las administraciones. Ninguna de las dos hizo ninguna concesión de soberanía ni de jurisdicción en el Río de la Plata ni en el Río Uruguay, ninguna de las dos cedió ningún tema de soberanía cuando era la hora de aprobar proyectos productivos o proyectos de infraestructura. Cada uno fue avanzando en la medida en que lo podía hacer y en función de la normativa, del tratado del Río de la Plata, del estatuto del Río Uruguay, etcétera, etcétera.

