Cuatro delincuentes se enfrentaron a tiros con la Policía Militar en Porto Alegre. En ese operativo los efectivos policiales incautaron siete armas que habían sido compradas en Uruguay e ingresadas a Brasil de contrabando.
23 de abril de 2016 - Porto Alegre (Brasil)
Cuatro delincuentes se enfrentaron a tiros con la Policía Militar en la zona norte de la ciudad brasileña. En ese operativo los efectivos policiales incautaron siete armas que habían sido compradas en Uruguay e ingresadas a Brasil de contrabando. ¿Cómo fue el inicio de la transacción? ¿Cuál fue la ruta que recorrieron esas armas para llegar al país norteño?
Una organización uruguaya que traficaba armas quedó al descubierto el pasado 24 de julio luego de una investigación realizada por la Dirección Nacional de Información e Inteligencia, esto fue en el marco de la Operación Cerrojo.
Setiembre de 2015
El Servicio de Material y Armamento del Ejército recibió una denuncia de una armería a la cual una persona había ido a comprar tres rifles 223 a nombre de un tercero, con documentación poco legible. Los investigadores contactaron al titular de la documentación que aseguró que nunca había enviado a nadie a comprar armas a su nombre.
Luego de meses de investigación la Policía llegó a conocer el modus operandi de este grupo que vendía armas en nuestro país y que luego aparecieron en manos de delincuentes brasileños.
Entre 2012 y 2015 unas 20 personas del interior del país viajaron a Montevideo a comprar un arma a una misma armería e importadora. Por ley para adquirirla hay que presentar fotocopia de la cédula de identidad, el título de habilitación y tenencia de armas y constancia de domicilio del comprador.
La estafa comenzaba a partir de ese momento. Un empleado de la armería e importadora falsificaba la documentación de esos compradores y adulteraba las fechas de vencimiento de las facturas donde figuraban las constancias de domicilio. Con esa documentación falsificada varios allegados al empleado iban a otros comercios a comprar armas a nombre de terceros.
Por realizar esas compras recibían 500 dólares. En la investigación se confirmó que hubo dos personas que compraron nueve armas a nombre de cuatro personas diferentes, cada arma costaba 3.500 dólares. Un total de 50 armas fueron adquiridas con esta modalidad.
De esas armas, 11 aparecieron en Brasil vinculadas a distintos delitos, la mayoría en Porto Alegre y otras en San Pablo. No tenían denuncia de extravío y estaban a nombre de ciudadanos uruguayos. La Justicia no pudo determinar cómo llegaron esas armas a Brasil. Sí se comprobó que siete armas incautadas en abril en Porto Alegre eran parte de las compradas bajo la modalidad descubierta por la Policía en la Operación Cerrojo.
Los señores de las armas
El tráfico de armas de Uruguay a Brasil tiene sus dueños, son los señores de las armas: Óscar Xavier Fontoura Mulatieri y Ernesto Andrés Vargas Villanueva (Cachorrinho). El uruguayo Fontoura aparece en archivos policiales de Brasil como el mayor traficante de armas hacia ese país. Comenzó en el negocio en 1992.
La Policía lo detuvo en diciembre de 2010 en Santana Do Livramento en Brasil, la ciudad fronteriza con Rivera. Allí estuvo preso un año por tráfico internacional de armas y quedó libre luego de pagar la fianza. Llegó a colocar en el mercado unas 60 armas al mes, a través de la frontera Rivera-Brasil.
El armamento salía por Rivera, pasaba por Livramento, Porto Alegre, San Pablo y Río de Janeiro para abastecer a las organizaciones criminales de Brasil. En 2014 Fontoura fue detenido nuevamente en Rivera. La Justicia lo procesó por tráfico de armas y lavado de activos. Hoy Fontoura está preso en el Penal de Libertad.
A Vargas se lo conoce como Cachorrinho, tiene 41 años, es uruguayo y vivía en Livramento. Allí reforzó sus contactos en el tráfico de drogas y armas. Está preso en Brasil desde el año 2008 por tráfico de armas. Cuando fue detenido se pensó que se había logrado desarticular sus operaciones, sin embargo continuó operando desde atrás de las rejas.
El informe completo en el video.
