El estrés postraumático y el brainspotting como respuesta

Si bien el término surgió con los veteranos de guerra, el trauma también está en el abuso intrafamiliar, y este método buscar sanar las heridas.

El estrés postraumático son secuelas que quedan de un hecho traumático, que puede surgir de un accidente de tránsito o hasta una situación de abuso o maltrato.

La psicóloga y terapeuta Andrea Martins, explica que hay una variante  que la patología suele empezar con síntomas leves que pueden derivar en trastorno de estrés agudo (TEA), que no dura más de un mes.

“Depende de la capacidad de resiliencia y adaptación que tengamos”, indica.

Entre los síntomas se encuentran la falta de movimiento, pérdida de conocimiento, temblores, sudoración, taquicardia y se pueden manifestar en sueño o despierto.

Los casos de consulta más frecuentes son las instancias intrafamiliares, como abusos, maltratos y violaciones, cuenta la especialista. “He trabajado con víctimas de tortura en la dictadura”, cuenta Martins.

En base a estos casos, el psicólogo David Grand creó en 2003 el brainspotting, un estudio del campo visual que procura encontrar el punto del cerebro en el que se origina el estrés y el trauma.

“Para dónde miras es dónde te sentís”, explicó la psicóloga Silvia Correa Sosa, “porque la vista está relacionada al cerebro”.


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