Cientos protestaron contra la decisión del gobierno de convertir un hotel en un refugio para personas que tuvieron contacto con infectados por el coronavirus.
La jefa de gobierno local, Carrie Lam, indicó que se elevó el nivel de alerta máxima así como el cierre de escuelas y centros universitarios además de la suspensión de eventos públicos que impliquen el riesgo de contagios del peligro virus. No se autorizaron limitaciones en los vuelos aéreos pero se ordenó el cierre de la frontera para contener la enfermedad.
Pero algunas de las medidas adoptadas por el gobierno están siendo rechazadas por la población y aumenta el temor a la propagación del virus.
Hong Kong es una de las ciudades más densamente pobladas del mundo, con condiciones perfectas para que las epidemias se extiendan con mucha rapidez. La decisión de cerrar fronteras llega ocho meses después de que estallaran las protestas contra el gobierno por una polémica ley de extradición a China que fue derogada. Los hongkoneses demandan una mayor autonomía con China, que desde 1997 gobierna bajo el principio “Un país, dos sistemas”.
