En 2015 el Producto Bruto Interno brasileño cayó 3,8 % y se espera que lo haga otro tanto este año. Además, el déficit fiscal se ha vuelto insostenible.
Brasil está sufriendo la peor recesión económica de sus últimos 25 años. En 2015 el PBI fuertemente en un contexto de baja de la inversión privada y también del consumo de las familias. Estamos hablando de una economía donde la crisis política y de confianza tiene paralizadas las decisiones empresariales. Y donde los flujos de inversión están de salida.
La evolución del PBI fue bastante decepcionante en los últimos años. Entre 2011 y 2014 creció a una tasa de 2,2% solamente y el año pasado cayo 3,8%. Se espera que este año la caída continúe.
El sector empresarial en Brasil está atravesando un panorama muy complicado. Los exportadores enfrentan la baja de precio de la materias primas y la menor demanda de China.
El año pasado solamente, se declararon en bancarrota 5.500 empresas. Las calificadoras de riesgo empezaron a bajarle la nota a los títulos de deuda de compañías privadas. Bloomberg estima que se hacen unas 3 rebajas por día. El desempleo comenzó a subir: se acerca al 8% y el salario real está cayendo. La inflación comenzó a subir por encima del 10%.
En este contexto, preocupan mucho las fianzas del gobierno, que están deterioradas y son difíciles de ajustar...
Atacar el déficit fiscal va a ser una de las tareas más arduas cuando esta crisis política se vaya despejando. En los últimos años el gasto público estuvo creciendo más de lo recomendable, sobre todo durante la campaña de reelección de Dilma Rousseff. Eso hizo aumentar el endeudamiento y pagarlo más caro.
El déficit hoy alcanza casi el 10% del PBI y los pagos de intereses de duda han subido al 8%. El año pasado las principales calificadoras de deuda más importantes le quitaron a Brasil el grado inversor. Y en febrero S&P le redujo aún más la nota.
Las condiciones macroeconómicas en Brasil se califican de "severas". La recesión será este año del 3,8%, tres décimas más intensa de lo que se dijo hace tres meses y, por lo tanto, idéntica a la que se registró en 2015. El FMI vaticina que logrará remontar en 2017, aunque para quedarse estancada.
