El templo de Bel era una de las mayores joyas arquitectónicas de la ciudad de Palmira, toda ella en sí poblada de documentos históricos de los comienzos de la civilización.
La organización terrorista Estado Islámico continúa con su paso destructor por Siria e Irak, dos países perlados de joyas culturales de las primeras civilizaciones mesopotámicas. En la ciudad de Palmira, en Siria, los islamistas destruyeron por completo el templo de Bel, según muestra una clarísima imagen satelital.
La edificación había sabido ser el centro de la vida religiosa en Palmira desde el año de su construcción, 32 DC. El gobierno sirio había anunciado el lunes que las ruinas todavía estaban en pie, a pesar de la evidencia fotográfica, pero la ONU confirmó este martes que la gran mayoría del templo fue reducido a polvo, salvo por un par de columnas.
El EI había capturado Palmira en mayo de las fuerzas del gobierno. Maamoun Abdul Karim, jefe del departamento de Antigüedades del gobierno de Siria, dijo a la BBC que se trataba de una catástrofe y que se sentía "muy triste y pesimista" por el futuro de Palmira.
