El ascenso del socialista Bernie Sanders pone en riesgo la candidatura de Hillary Clinton

Este domingo tuvo lugar el último debate del Partido Demócrata antes de las primarias de Iowa.

El último debate entre los aspirantes a la candidatura del Partido Demócrata para las elecciones en Estados Unidos estuvo marcado por las acusaciones cruzadas entre la favorita Hillary Clinton y el ascendente Bernie Sanders, quien se identifica como socialista.

Clinton llegó dispuesta a frenar al senador de Vermont, y lo acusó de querer borrar el legado de Barack Obama y también de estar al servicio del lobby de las armas, un problema que manchó la presidencia de este último. Los candidatos republicanos tienen en general el apoyo económico de la poderosa Asociación Nacional del Rifle y de otros grupos de presión vinculados con las armas, lo que ha trancado la legislación para disminuir la cantidad de ataques y tiroteos que se dan en suelo norteamericano por año.

"He dejado claro que el senador Sanders votó junto con la Asociación Nacional del Rifle, con el lobby de las armas, en numerosas ocasiones", dijo Clinton, que agregó que el senador socialista votó cinco veces contra la Ley Brady -que estableció algunos controles a la venta de armas a principios de los 90- y a favor de la inmunidad de los fabricantes de armas y sus vendedores.

Sanders, por su parte, acusó a la exsecretaria de Estado de recibir dinero de los grandes bancos. "No cobro comisiones de Goldman Sachs, no tengo un súper comité de campaña para recaudar unos fondos que no quiero, el dinero de Wall Street. Yo voy a confiar en la clase media y las familias trabajadoras", declaró Sanders, quien ha juntado el dinero para respaldar su candidatura a través de micro donaciones en sitios web.

El tercer aspirante en la interna, Martin O'Malley, quien tiene apenas 2% en las encuestas, pasó desapercibido en el debate.

En dos semanas se realizarán las primeras internas, en el estado de Iowa, lo que inaugurará el largo proceso electoral.


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