El abogado Humberto Teske criticó cómo se manejó el nombre completo de su cliente en la prensa por más que era primario.
En marzo de 2012 Uruguay amanecía con horror: dos enfermeros montevideanos habían confesado al menos quince asesinatos "por piedad" y se hablaba de hasta 200 muertes. Pero las pruebas no aparecieron para confirmar los homicidios y el caso se fue enfriando, hasta que en 2015 la Justicia los dejó en libertad. Ahora la fiscal Mónica Ferrero decidió finalmente no recurrir a la Suprema Corte y ratificar la absolución de los profesionales; incluso, la defensa de uno de ellos analiza demandar al Estado.
Ferrero confirmó a El Observador que no es posible revertir el fallo absolutorio porque se entendió que no hay pruebas científicas. En el recurso ante la SCJ solamente se analizan cuestiones jurídicas y no hechos, explicó.
El abogado de uno de los enfermeros, Humberto Teske, dijo a Telemundo que el daño que su cliente sufrió fue mucho, entre lo que recordó que la exministra Susana Muniz pidió a los enfermeros públicamente que no volvieran a trabajar en la salud. "Él se había preparado, fue su carrera", comentó. "Estuvieron tres años presos y con el estigma arriba, porque de Pereira hasta se publicaron fotos saliendo del juzgado. La prensa internacional daba nombres y apellidos siendo primarios absolutos".