La casa tenía una cueva donde escondían drogas.
Desde las 8 de la mañana, personal de la Intendencia de Montevideo y del Ministerio del Interior, custodiados por el Grupo Especial de Operaciones, comenzaron a trabajar en uno de los puntos neurálgicos de Casavalle: Gustavo Volpe casi San Martín.
Dos unidades de Los Palomares, que operaban como una sola vivienda, fueron tiradas abajo. En este caso, se trata de casas que fueron expropiadas y que se usaban como base de operaciones de los Chinga, una de las principales bandas de narcos de Montevideo, que opera en el barrio Casavalle.
Se trata de una vivienda que era utilizada como aguantadero: hasta allí llegaban drogas y elementos robados de varios puntos de Montevideo.
Solo en esa zona, 22 familias fueron desalojadas por la fuerza. Además, esa zona era un punto ciego en el barrio ya que por Gustavo Volpe las escaleras, que fueron demolidas la semana pasada, impedían el acceso a la Policía y las ambulancias en la zona, hacia la avenida San Martín.
"Esta calle era uno de los lugares más inaccesibles del complejo y claramente había una actividad delictiva importante", expresó Gustavo Leal, asesor del Ministerio del Interior.
