La planta seguirá abierta hasta que haya un pronunciamiento judicial.
Los productores que remiten leche a Pili hace 6 meses que no cobran y además hay un atraso de casi dos meses en el pago a funcionarios.
La deuda total de la empresa es de casi 40 millones de dólares y trabaja con menos de la mitad de lo que necesitaría para equilibrar sus números.
En este contexto, el Poder Ejecutivo esta semana propuso un proyecto de ley para crear un fondo de un millón y medio de dólares que permita saldar las deudas con remitentes y funcionarios, exigiéndole a la empresa un plan de viabilidad.
Además, el Ministerio medió en un acuerdo con Conaprole para que le envíe a Pili 100 mil litros de leche diarios para ayudarla a trabajar.
Pero la empresa decidió pedir concordato este viernes, sorprendiendo a todos quienes participaron esta misma semana de las negociaciones.
En Pili nadie responde el teléfono para saber si ya consideran que la empresa es inviable, lo que haría caer todo el proyecto montado para salvarse; o es parte de los acuerdos con acreedores que debe presentar para poder usar el dinero del fondo.
Desde el gremio de trabajadores, dijeron estar sorprendidos por no manejar ningún dato pese a sentir que hace un año son parte del soporte para que la compañía no termine de caer.
La empresa le comunicó al Instituto Nacional de la Leche el pedido de concurso y dice que no cerrará sus puertas, esperando por la resolución judicial.
Pili fue fundada en 1962 por Homero Nolla en Paysandú. Llegó a procesar 75 millones de litros de leche por año para productos que colocó en Uruguay y 17 países de todo el mundo.
El 85 % de la leche se usaba para producir quesos que fueron una gran parte del negocio de la compañía. Uno de los principales mercados fue Venezuela hasta que la crisis de aquél país terminó cortando las compras.
Pero Pili ya había invertido en una planta nueva con capacidad para procesar hasta 400 mil litros de leche diarios, aunque solo recibe 60 mil.
Según la web de Pili, la empresa tiene más de 180 trabajadores.
