El gremio asegura que se trabaja a reglamento pero la empresa sostiene que hay más ausentismo y medidas distorsivas.
De los 140.000 litros de leche que deberían haberse cargado este viernes, solo se cargaron 60.000.
Según los distribuidores, esto permite abastecer solamente a hospitales y cárceles, por lo que mañana sábado habrá faltante del producto en los puntos de venta.
La empresa afirma que más allá del trabajo a reglamento, el ausentismo es mayor que de costumbre y hay trabajadores que toman medidas que distorsionan el trabajo, lo que afecta la cadena de producción y envasado.
La Federación de la Industria Láctea decidió suspender todas las medidas desde las 19 horas de este viernes.