Abordamos el tema junto a los abogados penalistas Andrés Ojeda y Juan Francisco Lafontana (argentino).
El Gobierno uruguayo se niega a decretar una cuarentena general obligatoria pese a la insistencia del Sindicato Médico del Uruguay. No es la postura que adoptó el Gobierno argentino: el presidente de la vecina orilla, Alberto Fernández, tomó esa decisión el viernes y lleva detenidas o demoradas a miles de personas que no han cumplido con esa disposición.
Desde el punto de vista penal, ¿cómo se encara esa discusión en uno y otro margen del Río de la Plata? Abordamos el tema junto a los abogados penalistas Andrés Ojeda y Juan Francisco Lafontana (argentino).
En Argentina alcanza que no se cumpla la cuarentena como para que se infrinja la normativa.
Argentina tiene lo que se llama el delito de peligro, no es necesario generar daños para que a uno lo puedan detener. Argentina golpeó la mesa con el tema de la obligatoriedad de la cuarentena, pero no se dio cuenta el problema que se estaba comprando.
Los delitos de peligro, de mera desobediencia, son un problema, siempre traen problemas. Hoy tenemos un Ministerio el Interior que está manejando este tema bastante bien, tenemos un nivel de acatamiento bastante razonable.
Violar la cuarentena de por sí no es ningún delito. Pero si viene un policía y te dice que vuelvas a tu casa, y no se hace, eso sí configura el desacato. El acatamiento hoy termina siendo una cuestión de voluntad porque la persecución penal es muy difícil.
