Los primeros pasos de la Fundación Alejandro Novo: "El día después para las personas tiene que ser con trabajo"

Graciela Barrera, presidenta de Asfavide y madre de Alejandro Novo, trabaja con Jaime Saavedra en este proyecto que acompañará a familiares, liberados e inmigrantes.

Muchos de ustedes se acordarán del caso Alejandro Novo, el joven que murió en el marco de una rapiña en el año 2009 cuando se encontraba trabajando en el negocio familiar de venta y reparto de pollo. Desde entonces, su madre, junto a su familia y amigos, se dedicó a trabajar para las familias víctimas de la delincuencia y también con los victimarios. Es así que, junto a otras dos familias, creó la Asociación de Familiares y Víctimas de la Delincuencia (Asfavide), ya que, a raíz de su experiencia, tomó conciencia de que no había ningún tipo de ayuda para estas personas. Y ahora, tiene un nuevo proyecto que está a poquito de inaugurarse oficialmente, se trata de la Fundación Alejandro Novo.

Esto es algo paralelo a Asfavide. El objetivo nuestro es trabajar con familiares de víctimas, con liberados del sistema penitenciario y otra parte de la sociedad, que son los migrantes. Allí entraríamos por el asesoramiento. Nos faltaba en Asfavide lo del trabajo, porque consideramos que el día después para las personas tiene que ser con trabajo.

Desde hace años trabajamos por una convivencia, y a eso queremos llegar. Lo que pretendemos es que en esa chacra. Es muy grande, entonces pensamos en lo laboral hacer convenios con el sector privado y de lo que se pueda del público, para personas que están en una vulnerabilidad muy grande. No es solamente trabajo, como ya hacemos en Asfavide haremos acompañamiento psicosocial, para que la gente salga fuerte, viendo que hay una vida que se puede llevar adelante. Nosotros perdimos tener un hijo con vida, entonces no queremos que le pase a otros.

Hasta que nosotros como personas no lo entendamos – a mí me llevó también un proceso – que somos parte de una sociedad y hay caminos para recorrer juntos, no avanzaremos.

Se ha atendido a una cantidad de gente. Y eso está bueno. Este tiempo que vengo trabajando estoy asombrada de cómo me costaba encontrar gente para ayudar a las víctimas, como que acercarse al dolor cuesta un poco, como que es contagioso. Esto es como un bebé que recién nace. Tenemos que darle todo el calor para que crezca.

De esta manera lo estoy honrando, porque nadie me lo puede devolver. Hace un tiempo atrás estuve enferma, y gente que veía en las cárceles llamaron para preocuparse por mí. No solo eso: me llamaban y me decían que estaban trabajando. Son una victoria. Cada persona que podemos sacar de ese ambiente, gente que no le importa la suya porque a nadie le importó nunca la suya, son todos eslabones.

Creo que lo fui asumiendo: siga su camino. Estoy convencida de que hay gente que está enferma y que no hay vuelta atrás.

Aclaración del crimen de su hijo

Ya lo dije desde el principio, pero ellos no tienen la condena firme. No me gustaría ir hasta que no la tengan. No tengo problema con ir. No hay nada que me devuelva a Alejandro.

Lo único que quiero es mirar a los ojos que pudieron ver a Alejandro por última vez.

Cuando pasó lo de Alejandro, le prometí que no iba a parar hasta encontrar. Sentí paz. La justicia es también encontrar la verdad. Para quienes no saben cómo fue, es como una herida que no termina de cerrar.

Quien desee acercarse a la fundación puede llamar al 094 250410.


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