Hasta ahora dos personas habían sido imputadas por este caso, pero ninguno pudo ser vinculado con el homicidio.
El 5 de junio Alison Fernández de 18 años salió de su casa del barrio el abrojal de la ciudad de santa lucía. Sobre las 23 horas de ese mismo día le envió un mensaje a su padre diciendo que estaba bien y que volvería. Esa fue la última comunicación.
Dos días después su padre presentó una denuncia policial, al ver que la joven no regresaba y había perdido toda comunicación con ella.
Alison era una adicta a la pasta base en recuperación. Aquella adicción llevó a que en un principio los investigadores creyeran se había ausentado por su propia voluntad, probablemente producto de una recaída.
En días posteriores, testigos aseguraron haberla visto en la ciudad de Canelones. Sin embargo, eso nunca pudo ser confirmado por la Policía.
No fue sino hasta el 17 de junio que la policía recibió una pista firme de que la joven había sido retenida contra su voluntad. Para entonces ya estaba muerta.
El cuerpo fue encontrado por familiares el 22 de junio semienterrado y sin ropa detrás de unas canchas de fútbol cercanas al río Santa Lucía.
La joven había muerto apuñalada y la investigación rápidamente apuntó a bocas de droga de la zona.
La investigación en torno a este caso derivó en la imputación de dos personas por suministro de estupefacientes, ya que no se pudo comprobar su participación en el crimen.
Este jueves fue citado a declarar quien era considerado el presunto homicida. El hombre de 33 años no realizó declaraciones por recomendación de su abogado. El hombre, que ya está preso por tráfico de estupefacientes e intento de homicidio, fue formalizado por el homicidio de la joven de 18 años.
