El jueves se alcanzó un nuevo récord desde la llegada de la pandemia a nuestro país y se confirmaron 95 casos nuevos en un solo día. Desde el Grupo Asesor Científico Honorario advierten que si los contagios llegaran a las tres cifras diarias se complicaría el seguimiento epidemiológico y aquel mapa “verde” en el que estaba Uruguay semanas atrás se va tiñendo, poco a poco, de amarillo. Conversamos con Henry Albornoz para conocer cuál es la sensación que se tiene a nivel del GACH.
La situación hoy es que claramente cambiamos nuestra situación de riesgo. Veníamos de un promedio de 15-20 casos hace dos meses y ahora llegamos a un promedio de 70 casos por días. Eso nos pone en un rango de riesgo amarillo. Es claro el cambio que venimos viendo en la situación. Es un cambio crecido y sostenido, no aleatorio. Es un fenómeno que se está instalando y claramente ha cambiado su comportamiento y es una situación de mayor riesgo. Es una situación con más dispersa en el país. Ya son ocho los departamentos que están con riesgo amarillo.
Volver a la "zona verde"
Creo que tenemos posibilidades de volver a la zona verde. Eso requiere un esfuerzo importante de todos. Cuantos más días estemos por encima de los 70 casos, más difícil es volver porque esos casos necesariamente van dejando más contactos. Es el riesgo que tenemos. Tenemos un margen para mejorar en un montón de cosas, sobre todo en lo que tiene que ver con nuestros comportamientos, sobre todo en actividades laborales y sociales. Hay que apostar por mantenernos en la línea amarilla y volver a la zona verde. Sino vamos a empezar a tener un aumento de los pacientes en las unidades de cuidados intensivos que por ahora se mantienen bajos. Siempre hay un retraso entre que ocurren los casos y que se agravan para ir a CTI. Además, este crecimiento reciente está ocurriendo en adultos jóvenes. Eso hace que tengan menos riesgo en situaciones complicadas.
Tenemos que disminuir nuestros contactos sociales y alejarnos en las situaciones en las que necesariamente tenemos que participar en una reunión. De lo que veníamos en marzo y abril es lo que no tendríamos que volver en cuanto a la disminución de las actividades, pero en este último mes no solo retomamos actividades prioritarias, sino que también tuvimos otras que quizá se pueden hacer de otra manera. Requiere el compromiso de todos. Particularmente lo de las fiestas deberíamos insistir que no son recomendadas en este contexto actual.
Deberíamos determinar un conjunto de contactos cercanos que sean con los cuales tenemos un contacto habitual con un conjunto de siete, ocho personas y no más de eso.
Lo de una cifra no manejable tiene ciertas incertidumbres. La recarga del sistema de salud es relativa. Mientras que los casos ocurran en adultos jóvenes, la probabilidad de sobre carga en el sistema de salud es menor. Si este crecimiento se traslada a personas de mayor riesgo, allí hay más probabilidad de requerir ingreso hospitalario y al CTI.
Plan de contingencia
Es para ampliar el número de lugares de CTI y condiciones para asistirlos se empezó a trabajarlo en marzo o abril. No sé si ha habido una actualización. Ese plan incluyó la compra de respiradores. Hubo proyectos de la ANII para dirigirla a eso. Hasta este momento no fue necesario ponerlas en práctica, pero ahora aumentó la posibilidad de que pudiera ocurrir.
Vacuna de Pfizer
Creo que es una noticia alentadora. Alienta la posibilidad de que en algunos meses haya posibilidad de que exista la vacuna. Es una etapa para adelante. Esa disponibilidad de vacuna no cambia para nada nuestra situación a mediano y largo plazo. No va a estar disponible a mediano ni largo plazo. No cambia respecto a lo que tenemos que hacer en los próximos 15 días.
