Comenzó a tejer a los cuatro años, y lo que empezó como un hobby luego se transformó en una pasión y, actualmente, en "RAMONA".
Lau Almedia se embarcó en la aventura de "RAMONA" a los 21 años: quería trabajar y terminar la carrera. Me di cuenta que para tener algo part time necesitaba tener un proyecto propio en donde pudiera manejar mis horarios. Desde muy pequeña, su abuela yugoslava le enseñó técnicas de tejido y Lau siempre lo hizo como un hobby, como una terapia.
RAMONA surge porque me parecía que la gente necesitaba una propuesta más actual del tejido, más innovadora, animarse más al color. Estamos hablando del año 2008 cuando todo era más gris. Pero a su vez era una oportunidad para el mercado local de tener un producto de calidad de exportación. Era un buen diseño, colorido, con buena calidad, que te abrigue me parece que no había.
Esta joven diseñadora asegura que en su momento le costó llegar a la gente porque no se entendía su producto pero que hoy en día la gente se anima más.
Empecé vendiendo en Fotolog, que hoy no existe más creo, vendía en la casa de mis padres, en ferias, la marca se fue haciendo conocida y por ende participé de concursos, gané un Morosoli a mejor diseñadora, me fui a Francia por la Embajada y un concurso del Louvre. Pero me daba cuenta que necesitaba trabajar de otras cosas para poder sobrevivir. De los premios y las entrevistas no vivía. Muchas veces dije: tiro la chancleta.
RAMONA funciona de diversas maneras, los clientes pueden ir al local y comprar un producto ya hecho por una de las artesanas o puede sumarse al círculo de mujeres que se juntan todas las semanas a tejer y a compartir un té.
Empezamos pensando en que estaría bueno tener un par de alumnas, hoy en día son 50 mujeres que vienen a tejer a Ramona House. Cuando un proyecto es auténtico tenés la convicción de que le va a ir bien pero no en los tiempos que uno quiere, eso es lo difícil.
Almeida agregó que las alumnas pueden conseguir su lana y agujas allí.
