El ingeniero y escritor dijo que no imagina a "ningún partido político haciendo los cambios necesarios porque, el que lo haga, se suicida".
Dice que el sistema educativo en Uruguay tiene un atraso de entre 50 y 100 años, que el Gobierno solo hizo “retoques cosméticos” y no acompaña el perfil productivo del país. ¿Cómo se están formando los estudiantes? ¿Están preparados para las necesidades del futuro? ¿Por qué no se cambió el ADN en la educación?
Abordamos estos temas con el ingeniero y escritor Juan Grompone.
Cien años en algunos sectores, cincuenta en otros, y en algunos estamos al día. En el siglo XXI es necesaria la educación terciaria para poder trabajar: y estamos lejos de eso. Hay un número muy bajo de egresados en la educación media, donde ahí ya hay un problema.
Yo opino como ciudadano, lo miro desde afuera. La educación es demasiado importante para que solamente quede en manos de los educadores.
El trabajo del futuro exige educación terciaria, es técnico y altamente calificado: no estamos formando para eso. La educación media debería servir para descubrir las aptitudes y las preferencias de cada uno: tiene que dar oportunidades de descubrirse a sí mismo. Y la educación terciaria es la educación para el trabajo.
Desde Varela al Plan Ceibal, todos los cambios importantes que hubo en la educación fueron hechos por la fuerza. El mismo Plan Ceibal fue un verticalazo. Hoy alguien tiene que asumir un costo. Pero lo que se hace hoy en educación, va a tener resultados en 20 años: y eso no sirve para las próximas elecciones.
Creo que hay que convencerse de que hay que hacer un cambio duro, y que tiene que ser llevado adelante por alguien que no quiera una carrera política. Habría que reformar casi toda la estructura de la educación: debería ser más ejecutiva. La educación no puede quedar en manos de los educadores, sino de los políticos que digan que el país va para allá.
No imagino a ningún partido haciendo los cambios, porque el partido que lo haga se suicida: tiene que estar dispuesto a afrontar los cambios. Tiene que haber un partido que esté dispuesto a sacrificar ganar las próximas elecciones. Hay que ser disidente para poder renovar.
Con UPM nos estamos arriesgando a contaminar el Río Negro con algo que puede durar unos 20 años.
La educación es aburrida: la veo igualita a como me enseñaron a mí hace 50 años, cualquier cosa es más interesante. En lugar de potenciar la habilidad, se iguala. En la enseñanza media hay como doce materias: que los alumnos elijan seis, con el doble de horario. Ese es un cambio y no es tan complicado.
