A cinco meses de la emergencia sanitaria: "La comunidad científica nacional siempre ha generado propuestas"

Arturo Briva, integrante del GACH, profesor agregado de Medicina Intensiva y jefe del CTI de la Asociación Española reflexionó sobre a cinco meses del comienzo de la emergencia sanitaria y el rol de la comunidad científica en la sociedad.

En estas semanas se habla mucho del presupuesto que está trabajando el gobierno nacional, los posibles recortes y ajustes que se deben realizar y allí se dan cientos de discusiones desde distintos sectores reclamando no ser afectados. Sin duda en medio de una pandemia como la del covid-19, el aumento de la atención en salud, hay quienes se plantean que este ámbito no debe ser incluido en ningún tipo de recorte presupuestal. Además durante estos meses fueron fundamentales los trabajos llevados adelante por científicos, estudiantes y equipos de la salud.

Teníamos mucha información que venía de muchos lados, no sabíamos cómo íbamos a llegar a acá y teníamos que estar preparados para el peor escenario. En ese momento pensamos que si teníamos la sobrecarga de pacientes, no íbamos a poder atenderlos a todos e íbamos a estar en situaciones como la de Italia en la que tenían que decidir a quién darle un respirador. Creo que de manera sabia, todos estábamos esperando evitar eso pero no podíamos negar que podíamos estar en ese punto.

Para eso fue importantísimo el gran acatamiento de la población a las medidas de quedarse en casa y eso nos permitió ganar tiempo para que hubiera una mejor respuesta asistencial y sanitaria. Por otro lado la rama de desarrollo de herramientas científicas que fueron la base de la planificación.

La primera decisión fue que estaba toda la sociedad alineada para evitar la circulación del virus y la segunda fue buscar qué herramientas teníamos a nivel local para adaptarnos a una situación desconocida. Ahí fue cuando entró la ciencia para aportar la capacidad de testeo y detección de focos.

El primer caso

Fue complejo porque veníamos de la ansiedad de la espera. Fue un proceso continuo. Cada prestador de salud intentó elaborar un plan lo más elaborado posible. Eso implicó modificar infraestructura, la búsqueda desesperada de los equipos de protección, que fue difícil conseguirlo. Uno piensa que el dinero es la gran limitante para todo, pero era el primer problema y no el más grande, porque todos los países que tenían dinero no podían conseguir las cosas. Frente a esa situación había mucha ansiedad y temor en el personal de salud. No solo era enfrentar una enfermedad diferente sino que la podíamos llevar a nuestras casas.

Actividades frenadas

Fue una de las consecuencias. Fue de orden que había actividades que debían pararse, por ejemplo, las cirugías de coordinación. Todas las cirugías son necesarias, pero lo que se hizo fue priorizar.

Tenemos un retraso que se irá corrigiendo. El otro daño fue que hubo pacientes que se desengancharon del sistema: perdieron controles y seguimiento.

Comunidad científica

Ocurre que muchas veces, vamos por caminos paralelos y no tenemos idea de lo que pasa alrededor. La comunidad científica nacional siempre ha generado propuestas enfocadas en problemas nacionales o en aplicaciones que se han ensayado en otros lugares. Lo que pasa es que muchas veces pasan desapercibidas porque son proyectos que generan información y tienen impacto reducido. Lo que sucedió ahora fue que en un problema concreto que nos afecta a todos, había un grupo de científicos que, después de una formación, pudieron aportar una respuesta.

La apuesta a la ciencia es la que nos dará un camino de independencia, de darle opciones a los gobernantes que muchas veces no son obligatorias. Cuando empezamos con el GACH una de las cosas que quedó clarísima es que teníamos roles diferentes: podía poner tres opciones desde la ciencia al gobernante y podía elegir una o ninguna y está bien porque cada uno tiene su rol. No puedo prometer que la ciencia resolverá todos los problemas, la promesa, si es que hay una, es que la ciencia pensará en opciones y las pondrá arriba de la mesa para que el que controla cómo se ejecuta el gasto pueda decidir si son buenas para el país.

Ciencia en entes públicos

En definitiva, el concepto se puede trasladar a toda la sociedad, tanto en públicos como privados, creo que tienen la oportunidad de arrimar una silla a la mesa de la discusión e incorporar la ciencia a decisiones. Por supuesto ha y un espacio. No queremos sustituir. El aporte de la ciencia es llevar ideas y propuestas.

La ciencia habitualmente destina su dinero en dos estructuras grandes: los cargos y sueldos para investigadores, y la otra es la entrada por proyectos de investigación. A partir de esos proyectos hacemos avanzar el conocimiento.


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