Alejandro Stipanicic: "Ancap bajó su deuda en 40 millones de dólares en lo que va del año"

Ancap presentó esta semana el balance de la compañía correspondiente al primer trimestre del año, que tuvo un resultado positivo de US$ 28 millones. No obstante, el ente enfrenta dificultades debido a los nuevos aplazamientos en el ajuste de los combustibles. El presidente de Ancap se refirió a esta evaluación y a las diferencias que tiene con la Ursea.

La diferencia acumulada entre los precios de venta de Ancap y el precio de referencia Ursea representó una pérdida de ingresos de US$ 50 millones en los primeros cuatro meses del año, y que se proyecta trepará a US$ 90 millones una vez finalizado mayo.

Balance del año

La diferencia está en la temporalidad y en los conceptos. Una cosa son los resultados económicos, otra el resultado económico y otro el precio de venta. El precio de venta es muy inferior al precio que fija la metodología de calidad de importación. Eso es pérdida de ingresos y pérdida por litros vendidos. Otra cosa es la situación financiera. Los resultados que mostramos con 28 millones de ganancia corresponden a los precios de venta ocurridos entre enero y marzo, pero de los productos que se produjeron antes. En marzo ponemos en la calle el producto que produjimos en enero y febrero. Hay un desfasaje de dos meses. Vendemos en marzo al precio del crudo de enero. La gran suba de costos internacionales se produce en febrero y ahí es donde se ve el desfasaje. El costo alto se ve reflejado en el segundo trimestre. Si en mayo no tenemos ajuste, esos meses son meses de precios muy altos.

La diferencia que tenemos de precios de lo que vende Ancap y lo que debería estar según la Ursea está en los siete, ocho pesos. Ancap es una empresa del Estado y tiene respaldo del Estado. La situación patrimonial de Ancap es sólida. Nuestros archivos están financiados en menos del 50 % por pasivos. La situación financiera de Ancap es seria y delicada y hay que atenderla, pero la situación financiera es buena. Cuando la situación es buena, la situación se puede aguantar hasta cuando sea. Se está pensando que no se puede levantar el endeudamiento del país, pero tampoco subir los combustibles. Ancap bajó su deuda en 40 millones de dólares en lo que va del año. Respecto del 2019 bajamos los pasivos en 110-155 millones de dólares. Eso habla de la solidez patrimonial.

Prevemos los analistas internacionales de cuánto puede estar el crudo y hay señales de que subirá y que no baje y que haya una subida. Esto no quiere decir que todos los meses suba. El compromiso del gobierno es que se va a aplicar una metodología que va a aplicar las subas y las bajas en el mercado local. Bajaron los combustibles más de lo que se podía esperar, pero la situación es excepcional también. Para quienes venden en dólares, los combustibles bajaron muchísimo.

Las promesas electorales habrá que preguntarle a quienes las hicieron y qué quisieron decir con eso. Se están reflejando en Ancap lo que se tiene que reflejar y no necesidades fiscales. Entre 2015  y 2019 la brecha entre el precio de Ancap y el precio internacional superó los 600 millones de dólares y se le pidió al público 600 millones de dólares a través de las tarifas. Eso no está ocurriendo.

Esa promesa electoral se está cumpliendo, pero no me corresponde hablar de eso. En la comparación con la región, o bien abrimos completamente las fronteras o empezamos a reconocer que somos un mercado chico. El costo final de los combustibles para el cliente no es solo un tema de Ancap. Ancap  le llegan 120 millones de dólares. Gastamos 900 millones de dólares solamente en crudo. El problema que tenemos para gestionar se reduce a 300-400 millones de dólares. El costo humano en Ancap cuesta 120 millones de dólares. Soy el primero en reconocer las ineficiencias que hay en Ancap. Con las herramientas que tenemos podemos mejorar, pero los combustibles no es solo un tema de Ancap y me consta que el gobierno está haciendo avances. Tenemos que tener herramientas de competencia.

Si el precio de venta es fijo y aumenta el Imesi, aumenta el precio. Hemos tratado de transparentar. Bajar los impuestos todo el mundo lo quiere, pero son los ingresos que tiene el Estado para pagar sus impuestos. Suben y son muy rígidos. La baja de impuestos tiene que ver con reducción de costos.

La Ursea llamó a observaciones sobre la metodología de calidad de importación. Hubo seis yu ocho recursos en donde se planteaban discrepancias. Desde la óptica de Ancap y desde la defensa de la posición de la empresa, dijo que gustaría que se calculara de otra maneta. La Ursea es la autoridad y si estamos en acuerdo o no, ellos fijan los precios., Estamos trabajando con la Ursea para hacer algunos cálculos. Dimos todos los argumentos para defender una idea. Se consideraron algunas de las observaciones dadas. Ancap no ha roto stock. Frente a cualquier situación, Ancap responde. En marzo un embarque de crudo se demoró 30 días. Nadie se enteró en Ancap. Eso tiene un costo.

La diferencia con la Ursea

Para nosotros el aspecto más relevante es si todos los productos van a estar a paridad de importación. ¿De qué manera podemos subir la paridad de importación del supergás? Razonablemente no podemos subir de 50 a 100 pesos. Si el año siguiera como viene, el subsidio que Ancap le da al supergás este año llegaría a 90 millones.

Si Ancap vendiera solo tres productos y el supergás no está a paridad de importación, ¿qué  implica eso? En una situación que no es la que se va a repetir el año que viene, Portland cerró con 2.4 millones de pérdida. En biocombustibles, gasolinas en Uruguay fue hasta 80 millones de dólares de sobrecosto. En tema de combustibles hemos cerrado un acuerdo en Bella únión y hemos acordado que dejamos un precio desvinculado a precios anteriores. Acordamos que vamos a pensar en una metodología diferente.


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