Ana María Solé: "Mi papá se transformó en mito por su fuerza y su carácter"

Con una trayectoria que comenzó en 1935, Solé relató varias de las gestas deportivas más importantes del siglo XX, entre ellas el mítico Maracanazo de 1950. A 45 años de su muerte, se acaba de editar “Carlos Solé detrás del mito”: un libro en donde se cuentan historias inéditas de su vida y relatos, y también se rompe con algunos mitos que se generaron con el tiempo. Conversamos con

Carlos Solé es uno de los relatores de fútbol más destacados en la historia de los medios de comunicación de Uruguay.

Cómo fue crear el libro

Figuran tres autores. Esta idea vuele de larga data. En la primera oportunidad le plantee a Alberto Kesman lo escribiera conmigo. Luego pasó el tiempo y yo seguí escribiendo. Un día hace como cinco años dije que era una asignatura pendiente. Llamé a Atilio Garrido para escribirlo y contar toda su vida. Era algo que me quedaba que todo se sepa. El empezó una investigación por la historia del fútbol muy profunda. Gorzy participó en las entrevistas con los periodistas que habían trabajado con mi padre. Mi parte va de la vivencia personal y los sentimientos.

Mi papá se transformó en mito por su fuerza y su carácter, pero hubo un Solé padre, con vivencias y el Solé que se murió de tristeza. Era un debe mío y un mea culpa. Yo asumo la culpa. Nunca fui tupamara. Toda esta historia comienza con la transmisión interrumpida. Viene un hijo adorado y para mi madre era un príncipe. Empieza todo como en pequeños pasos. Mi papá lo va persiguiendo y lo va anunciando. Finalmente sucede y mi madre lo va a buscar por todos lados. Mi padre era muy divertido y generoso. Siempre nos dio todo. Era el mejor padre que hubiéramos querido tener. Nos daba todo espiritualmente. Sucede lo de mi hermano y yo me voy del país. Ahí nosotros le partimos el corazón. Debí haberme dado cuenta y tal vez fue egoísmo. Yo lo veía cómo sufría y cómo se estaba destruyendo. Yo me fui por miedo político, no había tenido problemas. Yo tenía 18 años recién cumplidos. Estaba gestionada y quería alejarme. En casa el clima que se respiraba era de una absoluta tristeza y tragedia. El tema era permanentemente la prisión de mi hermano. Sentía que era invisible y me fui.

Fue un tiempo violento, oscuro y hubo muchas personas arrastradas. Además estuvo la gente más grande que creían que con ideales el mundo te cambiaba, y no te cambiaba. Las familias quedaban arrasadas. Mi padre quedó destruido y se murió. Mi madre quedó triste toda su vida y falleció siempre llamando a su príncipe. Mi papá era un hombre muy derecho, muy ético, muy honesto. Era muy profesional y luchaba mucho por cuidar su trabajo. Se estudiaba los nombres de los jugadores durante horas. El día que apareció la proclama en el medio por eso fue enojo en el momento.


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