El presidente de la Comisión de Relaciones Internacionales del Frente Amplio explicó que estos encuentros se dan en el marco de un contexto político incierto y complejo. Planean visitar México, Brasil, Cuba y Colombia.
Ariel Bergamino - presidente de la Comisión de Asuntos y Relaciones Internacionales del Frente Amplio
El Frente Amplio en esta nueva etapa está retomando y sistematizando los contactos con contrapartes del universo progresista. Comenzamos por el vecindario, por la región. Ya hicimos una visita a Chile, donde tomamos contacto con las fuerzas políticas que sintonizan con el Frente Amplio. Es lo que haremos en las próximas semanas, en Cuba y México, y antes de fin de año lo haremos en Colombia y Brasil. Están pendientes también Bolivia y Argentina. Seguramente vamos a tocar la Europa nórdica y mediterránea y Norteamérica también. Es retomar los contactos que vienen desde hace mucho tiempo.
Intercambiar opiniones en un mundo tan incierto y complejo. Eso amerita mantener contactos. No vamos a decirle a los demás lo que tienen que hacer, ni a que nos digan a nosotros. Se trata de reuniones con contrapartes afines para hacer una puesta a punto.
Progresistas en Cuba
Con Cuba tenemos una relación histórica, de mutuo respeto y no injerencia en asuntos internos. No andamos por el mundo extendiendo certificados de buena conducta. Yo me siento afín al Frente Amplio. Allá donde voy me reúno con quien me recibe. Respeto la soberanía de los países. Lo que tenga que decir se lo digo a los cubanos.
Impacto social y político
Siempre actuamos con sentido precautorio. Cuando hacemos algo, medimos las consecuencias. No solamente en función de un marketing político. La agenda la organiza los anfitriones.
Nosotros no somos gobierno, somos un partido político. No somos cancillería. Nos reunimos con partes políticas, no entre gobiernos. Con uruguayos residentes también. En algunos lugares los jefes de partido coinciden con jefe de gobierno. Cuando fuimos a Chile, el presidente Boric se reunió con nosotros. El caso de Díaz-Canel reúne la condición de jefe de partido y jefe de gobierno. La agenda se está armando.
El viaje a Cuba va a ocasionar el mismo impacto que va a ocasionar un viaje a Bolivia o Brasil. Sabemos que a algunos les gustará y a otros no. Así es la democracia, es imposible contentar a todos.
Díaz-Canel fue electo de una manera que no es la de este país. Pero yo respeto las decisiones de un país soberano.
No se puede ir a todos los países a la vez.
La situación de la región
Se habla de una segunda ola progresista en América Latina. Yo admito que los oleajes son movimientos demasiados complejos y el término progresista es bastante amplio. Los procesos actuales se están dando en el funcionamiento democrático. ¿Imperfectas? Sí. Pero miremos lo que pasa en otros rincones del mundo. En Europa, Italia por ejemplo.
A diferencia lo que pasa en el resto del mundo, aquí los procesos no se dan por territorios, etnias o religiosas. Acá las competencias son políticas.
También están demostrando estos procesos la incapacidad que ha tenido la derecha para instrumentar su propio proyecto. Han sido buenos para, por ejemplo, provocar el desplazamiento de la presidenta Rousseff. ¿Y qué vino después? Fueron eficientes en eso, ¿y en lo demás?
Las cosas siempre son multifactoriales. Estos procesos muestran cierta incapacidad. Estos proyectos también muestran la diversidad del área progresista. No es lo mismo lo que pasa en Colombia que lo que pasa en Chile. Hay actores diversos.
Acá no se trata de éxitos, no es una palabra que me atraiga demasiado. No hay proyectos perfectos. Dificultades hay siempre.
