"Conocerme me hizo libre": el libro que expone abusos sexuales dentro de la Iglesia Católica

El exsacerdote católico Julio César Boffano presentó los primeros días de setiembre el libro “Conocerme me hizo libre”, una obra testimonial dura y franca que permite conocer su peripecia como homosexual dentro de la Iglesia Católica, desde Montevideo hasta el núcleo más alto del poder en Roma.

El libro expone los flancos de una institución que niega, oculta o hace pasar como excepciones los abusos sexuales a niños, niñas y adolescentes, y cuenta con detalles muy íntimos y precisos la práctica del doble discurso en la Iglesia.

Libro “Conocerme me hizo libre”

Hablo de varias iglesias católicas dentro de la iglesia católica porque hay un montón de gente buena, que se juega la vida, que hace cosas maravillosas, curas, monjas, laicos, laicas y también en otras religiones, entonces no quiero generalizar y lo explico a eso. Estamos hablando de un sistema perverso que atraviesa todas las organizaciones porque son construcciones culturales. Se ha creado en nombre de un Dios blanco, macho, recuerden que padre heteropatriarcal, pero sin embargo seguimos teniendo guerras por tener esa dominación, violaciones, cruzada, poderes políticos y todo en nombre de ese Dios que no es el Dios del que yo  creo. En el libro cuento mi proceso de toda la vida y el título que fue lo último que elegí resume lo que quiero decir. La libertad es eso, no tener miedo, exponerme con mis intimidades, incoherencias porque todas las personas las tenemos. Lo que te hace libre es poder decirlo. Todas las discriminaciones, vulneraciones, sobre todo discriminaciones a mujeres, niños, niñas, a la libertad sexual es para mantener ese poder y eso es lo que yo quiero demostrar. Mi intención no es escrachar a nadie, en el tema de los abusos sexuales no negocio con nadie, no solo porque fui una víctima y soy un sobreviviente de abuso sexual que me llevó 25 años de superación. Mis padres no tuvieron la oportunidad de darse cuenta de que  yo estaba mandando mensajes y yo lo bloqueé. Empecé una nueva vida con 9 años hasta los 30 y pico estando en Roma, un cura con mucho cariño me dijo yo creo que vos sos víctima de abuso. Al día de hoy, diez días después de publicar este libro tengo una lista de más de 100 personas que me cuentan con miedo y vergüenza, quiero hacer hincapié con eso y ya con eso logré mi objetivo.

Caso de abuso

Fue jugando al fútbol con un entrenador, que en un momento me dijo vamos al vestuario que tenemos que sacar las medidas para el short, fue el capítulo que más me costó, el capítulo 20 y después de ahí sigo contando mi proceso y todas las terapias que hice. Es algo que te llevas para toda la vida.

Yo no quiero hablar solo de la Iglesia o de iglesias en el caso de los abusos, casi que el 90 % de los abusadores sexuales en Uruguay y en la región son varones y son del entorno familiar según datos del SIPIAV. Entorno familiar no quiere decir papá o mamá, sino son los adultos que confían en el fútbol, iglesia, partido político, sindicato, y el niño no tiene porqué desconfiar y el niño no tiene las herramientas.

En el proceso terapéutico que hice que fueron muchos años  y quiero decir que el primer año fui a llorar todo lo que no había llorado por eso este libro se lo dedico a mi niño porque pude volver abrazarlo y mimarlo, cosa que no había podido hacer y los adultos que me acompañaron tampoco lo pudieron hacer. Asumirse como varón violentado y abusado en esta sociedad machista en donde todas las leyes morales intentan reprimir tus conciencias es muy difícil. También para las niñas, tengo mujeres de 60 y 70 años que me dicen que jamás se lo conté a nadie, datos muy actuales, tenemos que destapar esto, tenemos que visualizarlo y eso también es uno de mis objetivos. Si lo tenemos que llevar a la Justicia, los vamos a llevar. Eso sí quiero hacerlo y en eso no me callo.

Testimonios

Ayer recibí el de un hombre de 40 años que quiero mucho y que conocí en el colegio, que su caso me afectó. Salí de una reunión y me puse a llorar porque lo conozco y lo quiere, me contó el día exacto, la fecha en que le quedó marcada para toda la vida y que tenía 10 años. Se lo contó a un cura excompañero mío y no lo ayudó. Entiendo cómo funciona el sistema, entiendo que es difícil, pónganse a pensar en que cualquier día a ustedes le dicen que tu papá, mamá o que tu tío que es el cura adorado o el pastor es un abusador, uno tiende a negarlo y el sistema niega esto, por eso es que tenemos que hablar, en Uruguay no se ha destapado todavía. Acá la prensa tiene un rol fundamental en la investigación periodística que han hecho saltar los casos.

A mí el libro me costó mucho, no solo el acto de escribirlo, sino lo que me implicó en lo interior, el único modo de curar el dolor es atravesarlo, no es negarlo como me pasó durante muchos años y cómo le pasa a mucha gente. En Uruguay no ha saltado y tiene que saltar. Ahora vamos a meter preso a un cura de Minas, que se piden 8 años de prisión con las posibilidades que tiene de que la condena sea menos y también un resarcimiento económico y digo esto porque le cambia nada a las víctimas, pero sí a la Iglesia Católica que le ha costado miles de millones de dólares. El tema económico es muy importante para la iglesia. ¿Priorizo lo económico o priorizo a las víctimas? El Jesús en el que yo creo estaría del lado de las víctimas, estaría en las ollas populares, en la marcha de la diversidad, entonces esa es la cuestión.

Además que se quiera tapar y que se quiera ver solo la parte escandalosa del libro. No es solo la exposición de mi vida, hay análisis, hay investigación, muchas citas de autores que investigaron. No me crean a mí si no quieren, pero investiguen. No quiero que desconfiemos de todo el mundo, sino papá, mamá, tía estén atentos que están intentando dar señales a veces.

Papa Francisco

Tengo un capítulo dedicado a él. Francisco Bergoglio es el Francisco que en Argentina hizo una gran campaña contra el matrimonio igualitario utilizando todos los mecanismos de la Iglesia y yo no puedo juzgar las intencionalidades, hago un análisis del marketing y Bergoglio es un experto en el marketing, es un experto en hacerse pasar como misericordioso. No creo que haya cambiado. Los cambios vienen de debajo de la gente que está afuera luchando por sus derechos. Las organizaciones se cambiando cuando empezamos a decir que a mí no me gusta esto, barrer debajo de la alfombra.

Creo que hay obispos que se la quieren jugar, pero pasa que cuando estás en el sistema, algo del sistema se te tiene que pegar porque tenés que sobrevivir. Vamos al caso del cura de Minas, el obispo anterior, Jaime Fuentes, lo ocultó, lo negó, ojalá la fiscalía pueda actuar. Ojalá alguien lo denuncie. Vamos a ver cómo funcionan las cuestiones porque yo tengo muchísimas cosas y a mí en este momento me importa acompañar a las víctimas. Tengo mucha gente que se ofrece. Tuve una reunión con víctimas y sobrevivientes de Quito, Ecuador, nunca pensé que esto tuviera tanta repercusión. Ya se está agotando y estamos preparando la segunda edición y no es que yo quiera vender el libro como si fuera hacerme millonario, la escritora de Harry Potter se hizo millonaria. Este libro para mí fue hacer terapia, tuve que volver hacer terapia, pasar por mis pesadillas.

En mayo llamé en el número de la Iglesia y nunca nadie me contestó, es decir, no confíen en las instituciones, confíen en la fiscalía. El problema está en toda la estructura. Te hacen pasar como una excepción. Por qué se va ocultando, hay varios mecanismos perversos, porque el cardenal que tiene que tomar la resolución es gay, y esto no tiene nada que ver con los abusos, hay un punto en el que tiene que ver el cura abusador sabe cosas y te chantajea. Hay una red de encubrimiento. Yo soy un gran defensor de la prensa porque es fundamental.

Formas de cambios

La forma es con cualquier organización. Lo instituido es lo que está en la leyes, lo instituyente son los cambios. La cuestión de abusos, niños, niñas y adolescentes eso no se puede negociar con todo. No pido lapidar a los curas o a quien sea que haga esto porque los derechos humanos son para todas las personas así como las personas que están en la cárcel tienen sus derechos, pero no ocultarlos, no negarlos, no traértelo de vacaciones a Uruguay porque lo tuviste que mandar a otro país y en enero lo vemos por acá muy campante y saben de quien estoy hablando, entonces empecemos a cambiar, hablar y visibilizar de esto porque en Uruguay no ha comenzado a saltar nada todavía.

A nivel jerárquico e institucional pasa que no importa lo que hagas, no importa con quien te acuestes me dijo a mí un superior, lo importante es que no se sepa en un concepto erróneo institucional. La imagen es la percepción que tiene la gente y la gente comienza a percibir. Estemos atentos a escuchar y sobre todo estemos del lado de las personas con los derechos más vulnerados, estemos del lado de las víctimas aunque tengan 60 o 70 años.

Según investigaciones psicológicas te lleva 30 años donde vos lo ocultas, te lo negas poder asumir que lo fuiste y decírtelo a vos mismo, pero podés ser testigo como pasó en Minas.

Iglesia uruguaya

La actitud es decir acá estamos, vamos acompañar, vamos hacer un grupo de notables para acompañar esto, pero no confiaría mucho porque sé cómo funciona, siguen ocultando. No puedo decir más cosas porque hay que probarlas, pero sí puedo pasarles a la unidad de víctimas de fiscalía donde te acompañan y te asesoran. Hay curas que los tienen internados y empastillados, que han pasado por Florida, Paysandú, por Melo y saben de quien estoy hablando. Entonces, no digo que no los atiendan, pensemos en los curas alcohólicos también, como en una familia tenés un problema con alguien y tratas de que se cure que se mejore, pero los pedófilos no se curan y saben bien el mal que están haciendo y los demás también.

En algunas denuncias que han surgido últimamente tienden a tapar, a negociar con las familias, a que no salten en los medios, eso es lo primero porque les importa ese concepto de percepción o de imagen, les importa las arcas, los millones que esto va costar. Se negocia con plata con lo que sea. A uno de los curas jesuitas que denunciamos, por que saltó de toda la vida de saber yo le llamo toquetón en mi libro, porque una familia dijo o lo sacan o lo vamos  a linchar, ojalá tuviéramos ese tipo de familia que defiendan así a las víctimas. Los depredadores detectan tus debilidades, saben a cuántas personas dañó a un cura que yo quería mucho. Entiende lo difícil que creer esto, entiendo que se tiende a negarlo, lo que le pasa a las víctimas que no pueden creerlo. Sabemos sí y lo saben.

Pedófilos

En Uruguay creemos que somos excepciones en todo. Hay que distinguir abusadores, que la mayoría de los curas que abusan son abusadores de los pedófilos que es una psicopatología que eso es irrecuperable. En todos los casos saben perfectamente el daño que están haciendo. Los abusadores son cobardes, que no se animan tener relaciones sexuales con adultos. Hay curas que son pedófilos, pero la mayoría de los que abusan son abusadores. En Uruguay esto apenas  está empezando.

Me ha pasado de todo, pero la libertad es no tener miedo y yo no tengo miedo. Ustedes abusadores tengan miedo porque vamos a ir por todos, los vamos a empezar a denunciar, nos vamos a juntar, porque somos muchas personas que creemos en esto. De todos lados, no solo de las iglesias, de todas las instituciones. En la política también hay problemas, abusadores, acosadores laborales, acosadores sexuales, vamos a trabajar en eso y nos lo debemos como sociedad, como personas y sobre todo como Estado de derecho.


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