El fiscal de Corte dijo que existía la intención de sacar al Estado del barrio, pero que "el Estado está y no se va a retirar".
La Fiscalía y la Policía realizaron en forma conjunta la semana pasada el operativo Mirador en Casavalle. Participaron 600 efectivos, hubo 68 órdenes de allanamiento y 34 detenidos. Cinco personas fueron a prisión y tres recibieron medidas alternativas. En este operativo cayeron, por ejemplo, integrantes de la banda "Los Chingas", que se dedica al narcotráfico, rapiñas y extorsiones, según trascendió.
Abordamos el tema junto al fiscal de Corte, Jorge Díaz.
Existía la necesidad de intercambiar información. Hay que salir del caso a caso. Hay que hacer un análisis contextual de las situaciones.
Lo que se advirtió como hecho nuevo en este caso era que una organización criminal estaba utilizando mecanismos extorsivos para desalojar gente de sus casas.
Además de una criminalización de la zona, se detectó el manejo de toda la actividad del barrio. En muy pocas semanas se desalojó a mucha gente. Hubo que trabajar mucho con las víctimas para poder convencerlas de declarar y ofrecerles alojamiento transitorio.
Había otra cuestión preocupante: había como una intención de sacar al Estado del lugar. Una intención deliberada de que las escuelas, las mutualistas, etcétera, se tenían que ir. En el nivel de primaria había una deserción del 85 % en la tarde: eso son señales.
La gran señal es que el Estado está y que no se va a retirar: va a permanecer ahí y va a profundizar su presencia y su accionar. Se entra a los lugares y se permanece ahí.
Van a quedar los policías que tengan que quedar. En ese barrio viven vecinos que son buenos ciudadanos, gente que va a trabajar, que lleva a sus hijos a la escuela. A ellos tenemos que asegurarlos, esa es nuestra responsabilidad.
Hay que entender que el crimen organizado se adapta a distintos escenarios, eso hace a la complejidad del asunto. Deberíamos cambiar la configuración urbana de ese barrio. Tenemos un Montevideo partido.
