Conversamos con el subdirector de la institución, Pablo Ferrari, quien habló sobre el formato virtual de clases y las herramientas brindadas para los alumnos y sus respectivas familias. También comentó sobre el seguimiento hacia los alumnos en sus aprendizajes y vinculación con el sistema educativo.
Virtualidad
El liceo jubilar tiene muchas propuestas. Tiene un liceo de Ciclo Básico donde asisten 200 aproximadamente tiene también un Ciclo Básico para adultos que funciona en el horario nocturno donde normalmente asisten 120 alumnos por año y este año por cuestiones de afor tuvimos que reducir a 80 el cupo. También hay una propuesta de acompañamiento a estudiantes que cursan bachillerato donde los estudiantes asisten a otras instituciones. En ese propuesta tenemos 140 alumnos. También apoya a exalumnos universitarios que son más de 180. Son realidades diferentes y situaciones que requieren respuesta.
Herramienta
No todos están pudiendo acceder. Tenemos un campo virtual con una plataforma Moodle como en otras instituciones. Esa plataforma es fruto de una donación, el liceo se sostiene a base de donaciones y colaboraciones. Una persona donó lo necesario para que la plataforma funcione. El gran desafío es que todos tengan los dispositivos necesarios para conectarse y la conexión.
La tercera parte de nuestros alumnos están con grandes dificultades para poder seguir las clases. Una de ellas es el tema de lo dispositivos. Algunos se rompen o familias que no tienen la dinámica para llevarlos a centros de reparación. Eso dificulta. También hay familias numerosas y que tienen un solo dispositivo. Otro tema es la conexión de internet.
El año pasado hicimos una campaña muy grande para conseguir celulares que pudieran recibir un chip de Antel, las familias que no podían acceder a ellos se lo entregamos a más de 40 familias en esa situación. Conseguimos con Movistar un bono para aquellas familias clientes de esa compañía. A veces es puntual y otras veces se prolonga por varios días.
Seguimiento
Nosotros por suerte en el liceo jubilar hemos tenido la posibilidad de remontar la brecha que existe en muy buenos términos. El año pasado terminamos solo con 7 alumnos que no promovieron. De esos 7, no logramos a que continúen en el sistema. En el aprendizaje valoramos que hubo ganas.
Hicimos un esfuerzo especial para darle a nuestros alumnos de tercer año la mejor preparación posible. Eso nos lleva a que suplementaban clases los sábados para darles más horas. No solo venían 5 días a la semana sino 6. La brecha que se genera por la pandemia es muy dura. Hay liceos que no tienen la posibilidades de dar el acompañamiento cercan y eso se siente.
El año pasado se tuvo que volver a montar rutinas que se habían desajustado completamente. Por ejemplo, perder el hábito a levantarse a una determinada hora. Había alumnos que recién a las 4 de la tarde comenzaban su jornada. Son casos puntuales, pero no es que sea la realidad de todos, porque hubo alumnos que hicieron un esfuerzo enorme para poder seguir. La entrega y compromiso que dieron los profesores en todos el sistema educativo fue muy grande.
Panorama
Va ser difícil de medir las consecuencias directas, pero de manera indirecta habrá muchos golpes porque hay familias que están pasando mal por la falta de trabajo, el confinamiento, hay procesos que se rompen y cuando un estudiante se desvincula, rompe su proceso educativo, volver a engacharse es mucho más difícil y cuando los aprendizajes son débiles, cuando pasan un año o dos años, volver a acercarse al sistema es mucho más difícil. En un barrio de por si los porcentajes de egresos de ciclo básico son bajos en comparación con el resto del país, que son bajos en comparación con la región y el mundo, estamos hablando de una población con posibilidades muy limitadas.
