El atleta uruguayo habló sobre la falta de apoyo público y privado y contó que en Brasil, un deportista de su nivel recibe unos $120.000 al mes, mientras que él recibió como mucho, 1.400 dólares.
El atleta uruguayo que finalizó sexto en salto largo en los Juegos Olímpicos de Río 2016, dijo que su objetivo era llegar a la final y que se quedaba contento con eso. "El diploma es tremendo logro. Es lo mejor que hay después de las medallas", contó.
En Brasil, un atleta de su nivel recibe, en todo el ciclo olímpico, unos $120.000 por mes, mientras que él, en el mejor mes, recibió unos 1.400 dólares, unos $61.000. Ese dinero es el que utiliza para prepararse en San Pablo. "Soy medio competitivo y me gusta entrenar en grupo. Vivir allá me debería valer más caro, no estoy pagando ni el técnico ni el equipo médico. Eso ahora va a tener que cambiar, me entrenaban de onda", dijo.
Tras los Juegos Olímpicos, Lasa mantendrá su beca del Ministerio de Defensa, unos $15.000 mensuales, y buscará continuar con la beca del Comité Olímpico Uruguayo. Además, espera recibir algún aporte de la Secretaría de Deporte. Asimismo, espera que la actuación motive el apoyo de empresas privadas. "Espero antes de terminar el año conseguir alguna cosa, para quedarme tranquilo".
Ya pensando en los próximos Juegos Olímpicos, Lasa se propone seguir mejorando para poder pelear por una medalla en Tokio 2020. Para lograrlo, tiene que saltar arriba de los 8,30 metros, distancia que no le queda tan lejana, si se toma en cuenta que su récord está en 8,16.
