El integrante de la Coordinadora afirmó que los datos solicitados por el MIDES serán otorgados, y que la reunión del pasado miércoles fue positiva dado que fluyó el diálogo y el reconocimiento. Sin embargo, explicó que en estos meses pasado se ha tratado de mala manera a la organización, y lo denominó como un "acto de crueldad". Agregó: "No tenemos que callarnos la boca"
Los contactos en los últimos momentos habían sido informales, era algo que nosotros reclamábamos, ser tomados como actores principales en este tema. Somos la organización de las ollas populares.
Este reclamos se canalizó en un pedio más formal del Ministerio, por lo cual respondimos pidiendo una reunión. Porque en este pedido de datos, había puntos que no entendíamos o no quedaban claros. Para empezar, mucho de lo que se pide ahí es público. Los datos que hay son producto de un trabajo largo, complejo, con metodología científica, que también es publica. Por parte de los compañeros de Solidaridad Uy.
Por naturaleza las ollas son colectivos que tienen que ser públicos, porque de qué forma un vecino podría ir a una olla si no es público. Todas las redes de ollas tienen sus mecanismos que de que esa información llegue a todo el mundo y está sistematizada en la web de Solidaridad Uy.
Desde antes la información estaba discriminada por municipio, de cuántas ollas hay en cada uno.
Hace año y medio que recibimos distintos apoyos, y hemos denunciado la falta de presencia territorial del Ministerio. Se nos cuestiona nuestra honestidad, y se nos exigen los datos que el ministerio por sí mismo no puede recabar. Cuando hablamos de Estado ausente, un Estado que no puede recabar sus propios datos de lo que pasa en el territorio es que no tiene herramientas. Habla de una política social que no existe.
Nosotros en el inicio teníamos convenio con la Intendencia de Montevideo y el INDA, que es parte del Ministerio.
Los apoyos del Estado no cubren la totalidad de los insumos que usan las ollas populares, es entre un 30 o 40 %. El resto hay que conseguirlo de otro lado.
En abril del año pasado se dieron los datos que se nos pedían en marco de un acuerdo que nunca llegó a funcionar. En julio pedimos una reunión para la evaluación de la relación con Uruguay Adelante y no se nos recibió. Y empezamos a descubrir que datos personales de referentes de ollas eran utilizados para que determinadas personas presionaran a las ollas para tratar de socavar la organización de la Coordinadora.
Se llama por teléfono, y se decía que si se iban de las redes, se podía dar todos los insumos.
Uruguay Adelante es un proveedor de insumos, como tenemos otros. Desde el gobierno se miró con mucha desconfianza que las ollas nos organizamos. Y se trató de generar una política de sustituir una institución por otra y obviamente no estamos de acuerdo.
Acá molesta que las ollas se organicen, que discutan cosas más allá del tema de cocinar, nuestra actitud de cuestionamiento. Molesta que Solidaridad Uy haya puesto sobre la mesa este informe que expone la situación actual. Esta manía de los datos empieza a surgir justamente cuando se pone el informe. Porque es una cachetada, no es el país de las maravillas. Frente a eso, del otro lado "crí crí".
Hay datos que son públicos. Lo que nunca vamos a hacer es datos de los usuarios de las ollas. El MIDES no lo pide porque ni se molestan en hacerlo porque ya le dijimos que no. Se da la información hasta cierto punto. Puede ser catalogada como decisión política, es una forma de entender la realidad. No somos una oficina del Ministerio. El Ministerio tiene que hacer su trabajo. ya suficiente trabajo tenemos cocinando como todavía tener que hacer las cosas que tiene que hacer el Ministerio, que deja que esta situación fluya.
