El plan de seguridad anunciado por el ministro Luis Alberto Heber días atrás, y en el que ya trabajan las autoridades del Ministerio del Interior y de Desarrollo Social, ha generado apoyos, escepticismo y miradas críticas. Hablamos de la iniciativa que procura reclutar a ex privados de libertad para que colaboren en el combate a los grupos violentos, en busca de reducir la cantidad de homicidios por enfrentamiento entre bandas. Para conocer su visión sobre esta propuesta, conversamos con Jaime Saavedra, extitular de la Dirección Nacional de Apoyo al Liberado y ex subdirector administrativo del Instituto Nacional de Rehabilitación.
Reflexiones sobre el plan de seguridad que anuncio el ministro del interior
Tengo poca información. Escuché la entrevista al ministro, alguna declaración de Sanjurjo, de Leal, pero no tengo detalles del programa.
Lo primero que me parece es señalar que esto no es un programa vinculado a las políticas pospenitenciarias.
Esto no es una política pospenitenciaria, es una estrategia policial que requiere de un componente.
La DINALI tiene su expertise en otra cosa. Ninguno en el mundo es complementario de servicios pospenitenciarios.
Una vez que la persona ya salió del sistema no tiene obligación legal.
Yo me ubico del lado del que no hay estrategia policial que vaya a resolver fenómenos que aparecen por otras razones.
El testimonio de uno es lo mejor que puede dar, veo que hay cosas que no me gustan, pero no las ando señalando y trato de ser el ejemplo de los cambios que quiero ver en la discusión política y en la vida comunitaria.
Todo el fenómeno de la violencia, del narcotráfico, se vincula mucho a la absoluta injusta distribución de la riqueza. Hay una estrechísima relación entre cárceles y pobreza. Esa para mí tiene que ser la estrategia madre.
Como hacemos como comunidad para que los gurises jóvenes, mamás, papás, están viendo en condiciones que no son justas, para que puedan dejar de vivir así.
Después habrá otras estrategas complementarias pero descreo mucho porque lo he vivido en poner muchas expectativas en mejorar tal o cual estrategia policial.
Si yo tengo una DINALI potente trabajando en todo el territorio nacional, yo supongo que más gente va a ir. Soy partidario de no obligar, sino de seducir.
Creo que están en debe con el fortalecimiento técnico y presupuestal. Increíblemente, la DINALI no tiene un organigrama. Para que una organización funcione hay que tener director, directora, técnicos, como cualquier organización, hoy eso sigue sin existir a pesar de que los resultados son fantásticos. Cuando se solicita plata para estos programas, no estás pidiendo plata para algo que se promete que se va a hacer, sino para gente que trabaja y que ha logrado con palitos resultados extraordinarios.
