Gerardo Caetano analizó las elecciones departamentales: Lacalle Pou "sin dudas se metió en la campaña"

El historiador y politólogo cree que "terminó la campaña" y que "se bajarán dos cambios", que Cosse hará "una intendencia de inflexión".

El Partido Nacional aumentó  de 12 a 15 la cantidad de intendencias en su poder, mientras que el Frente Amplio bajó de seis a tres y que perdió el gobierno en Paysandú, Río Negro y Rocha. La coalición de izquierda mantuvo el gobierno en Montevideo y tendrá a Carolina Cosse como intendenta, mientras que en Canelones, Yamandú Orsi, volvió a ser electo.

Lo primero que habría que decir es que terminó la campaña. ¿Terminó la campaña? Vamos a entrar en eso de entender la política como campaña permanente.

El país necesita hacer política pero necesitaría bajar dos cambios. Me pareció rara porque hubo fenómenos de la política contemporánea: muy confrontativa, fake news y los cisnes negros, eventos inesperados y disruptivos.

Me han sorprendido con tonos de agravio que no son los suyos. En las redes sin duda, pero también fuera de las redes. De todas maneras, siempre tenemos política. Una cosa es la campaña, con competencia, y otra cosa es entender la política como campaña permanente.

Con la pandemia, este clima crispado no ayuda.

En términos macro no hay duda de que el PN obtiene un buen resultado. Es tal vez la punta de lanza de la coalición. Sin duda alguna, en resultados a las pruebas me remito: de doce a 15 intendencias, alcaldías significativas como Bella Unión y Piriápolis. Van con el envión del año pasado.

Mucho se le puede adjudicar que estuvieran en el Poder Ejecutivo. El presidente estuvo presento, sin dudas se metió en la campaña.

La Constitución es muy republicana. Exige al presidente no entrar en política salvo para emitir el voto. Si un presidente en campaña va con su gabinete a buena parte del país…

En otros países el presidente o el primer ministro hacen campaña. Lo hemos mantenido y me parece bien. El peso del presidente es muy importante, mientras dure la luna de miel.

En estos tiempos que corren, concebir la política como campaña permanente me parece que no serviría.

El diputado 50 le costó carísimo al FA. Es una de las cosas que debió pensar, si le convenía negociar con él o articular con otros. Darío Pérez era complicado. Él es San Carlos y me parece que miró para el otro lado. San Carlos era un bastión frenteamplista.

Daniel Martínez

El FA obtiene un resultado intermedio: perdió intendencias y alcaldías, pero votó 1 % más que el año pasado y mantuvo algunos bastiones. Daniel Martínez entró a la campaña muy mal, luego de una campaña presidencial en la que no estuvo a la altura de las circunstancias. Cosse entró con una campaña más débil como precandidata y después ascendió. Hay que comparar esas dos campañas: una fue con el MPP y otra con la 1001.

Martínez fue penalizado con lo que no fue un buen desempeño en la campaña. Y eso que su gestión fue muy aprobada.

Es mucho mejor gobernante que candidato. Cuando empieza una tendencia, es difícil de revertir. Cuando entró en la campaña, el resultado era 40 % pero en la campaña no se halló en ningún momento. Si la campaña seguía, Martínez seguía bajando.

Equilibrio

El FA tiene tres espacios: uno nacional y popular con el MPP, uno marxista con el PCU y ahora el PS, cuyo emblema no es Cosse, sino Andrade, y uno socialdemócrata que está disperso. Mario Bergara incluso apoyó a Álvaro Villar. En la construcción de candidaturas quedó del otro lado. Claramente Daniel Martínez no liderará el espacio socialdemócrata.

Hubo problemas con las marchas y contramarchas en el lanzamiento de la candidatura de Martínez. Bergara quedó del otro lado con su grupo. Puede volver a liderar, pero tiene que reconfigurarse.

Los equilibrios son construcciones que se van articulando. Lo que ocurre es que el FA tiene que hacer un balance de los últimos 15 años, particularmente sobre los últimos cinco, que no fueron buenos. Tienen que reconstruir y nacer liderazgos.

Hace cinco años hablé de parricidio, refiriendo a la biología: no puede ser que esa coalición tenga a sus líderes con más de 80 años. Somos una sociedad envejecida pero ya, es momento de nuevos liderazgos.

No nos olvidemos de un actor, que es el que sale más herido, que es el PC. Cuando marca votos, es impresionante. Sacando Rivera y Salto, en el resto del país no pudo.

Hay generaciones de colorados que se acostumbraron a votar al PN. Naturalizaron ser el tercero a distancia.

En Artigas, que hasta 2005 el PC ganó, ¡sacó 6 %!

Sin duda el PN se lo está fagocitando. El retorno anunciado de Bordaberry no resuelve esos temas.

El otro socio complicado jugó con suplentes el domingo. Pero sirvió para ganar unas elecciones, como en Rocha. Quien crea que CA se disolverá en la coalición, no conoce a Guido Manini Ríos: es el primer candidato consolidado para el 2024.

El PN sale muy fortalecido, pero este neoherrerismo se quedó con el partido. No hay tendencias, y el presidente de la República no puede ser reelecto. En Montevideo la gran protagonista fue Carolina Cosse, pero en segundo lugar Raffo hizo una buena campaña.  Laura Raffo jugó un rol muy importante y vino para quedarse. Que pueda disputarse la Presidencia, hay otros pingos. Álvaro Delgado es el número 2 del Gobierno. Pasa que tenemos un presidente muy celoso.

El político es lógico que haga campaña permanente, pero la ciudadanía no lo ve así.

Ataques

Fíjense: el candidato menos atacado fue Daniel Martínez. Fíjense que cuando uno no ataca, es porque lo quiere de rival. Lo que le sucedió a Villar fue fuego amigo, fue agraviante. La candidatura de Villar, ¿a quién perjudicaba? Al PN le servía que ganara Martínez. Parte de los ataques a Martínez vinieron del FA.

Alguien quien es responsable de una evaluación positiva de la intendencia, no gana si no es buen candidato. Cosse advirtió que hay una parte del electorado frenteamplista que no le gusta este gobierno. Después tuvo un discurso muy bueno el domingo, lo que demuestra una inteligencia política: refirió al diálogo y a Seregni. Como en el fútbol, los jugadores le tienen que pegar bien con las dos piernas.

Cosse no tiene que estar en la disputa de liderazgos en el FA. Se tiene que dedicar a dar una inflexión en los 30 años de intendencia. La gente no tuvo claro que Martínez estaba jugado a hacer una intendencia de inflexión. Aquí Cosse, si quiere tener futuro político, tiene que dedicarse a hacer una intendencia de inflexión.

La figura que aparece ocupando el centro político y de consenso, que es Orsi. Ocupa un lugar clave: si el FA no se reconcilia con el interior, la va a tener muy difícil.

Carolina Cosse vino para una intendencia de cambio, yo creo que esas son sus intenciones.

Álvaro Villar

Viene de cuna política, al igual que Raffo. Llega tarde a la política. Una cosa es Delgado, Sanguinetti o Martínez y otra es llegar tarde. Vean lo que pasó con Talvi: lo votaron 300.000 ciudadanos y luego, a los cuatro meses, descubrió que no era lo suyo, después de una gran gestión y poner en la secretaría del partido a quien derrotó dos veces. Llegó a los 60 años a la vida política.

Villar no ha mostrado gran capacidad de oratoria. Ha demostrado tener un compromiso de servicio público importante y el carisma de doctor en pandemia es fuerte.

El otro día (Martín) Lema dijo sobre Raffo, que el emprendedor tiene lugar en la política. Capaz que hay lugar al emprendedurismo. Todos los partidos deberán pensarlo. Terminó la campaña, pero ¿terminó para todos?


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