Jaime Saavedra: "Hay que humanizar las condiciones de encierro"

El director de la Dinali enfatizó en la necesidad de repensar las políticas nacionales de recuperación de reclusos.

A fines de este año se estima que 6.000 presos serán liberados de las cárceles, muchos de los cuales  reincidirán  en el delito (que ronda el 65%, según datos del Comisionado Parlamentario para el Sistema Carcelario) y otros tantos caerán en la indigencia. Hablamos de las herramientas con que sale un preso a la calle y cómo es su vida luego después de  la reclusión con Jaime Saavedra, director de la Dirección Nacional de Apoyo al Liberado.

Primero quiero decir es que Uruguay no tiene cifras serias de reincidencia. Lo que se acordó es qué comportamiento han tenido los liberados del año en los tres años que lo siguen. No había datos confiables de las personas que salían.

Los que trabajamos adentro tenemos la sensación de que muchos vuelven. Es importante saber dónde estuvieron los que salieron. Tenemos que saber el tema de edad, si vuelven más entre 18 y 23 años.

Terminaremos con una cifra muy parecida al año pasado, es decir unos 6.000.

La cárcel y los servicios post-penitenciarios nunca resolvieron la fractura social. Entonces Uruguay tiene que repensar la política que tiene. Es como si los papás pensáramos que la penitencia es el mecanismo privilegiado para educar los hijos.

Lo que tenemos que hacer es trabajar en barrios donde se crían uruguayitos que pasan mal, crecen con poquísimas oportunidades y resentimiento social para tratar de cortar el circuito.

Con esa gente hay que humanizar las condiciones de encierro. También tratar de que los que salen tengan las oportunidades.

Si dentro de la privación de libertad generamos estas condiciones, la persona sale con un resentimiento.

Creo que los principios son generalizables. Si nos tienen encerrados, tres meses sin salir, terminamos muy mal. El principio de la circulación es clave. No es obligatorio para los presos trabajar, y las condiciones para trabajar tampoco ayudan.

Hay que tener claro que detrás de la actividad nuestra está el futuro de nuestros hijos. No se le puede pedir a patronato el rendimiento del Barcelona si tiene los recursos del Tanque Sisley.

El volumen de los reclamos es superior a lo que tenemos.

Detrás del caso más doloroso que es el homicidio, ¿cuánto se discute por el tema de drogas?

En nuestras unidades penitenciarias, el 95 % son almas en pena que han causado mucho dolor. Trabajo para las víctimas, quiero un Uruguay distinto.

El módulo más violento del Comcar fue el 10. En agosto 2017, el Ministerio le pidió al Polo Industrial del INR que haga algo, con 16 personas, y cambió radicalmente.

¿Cómo vamos a seguir haciendo lo mismo teniendo peores resultados?

En abril cambiamos un poco la estrategia. En todas las unidades seleccionadas por el INR, nuestros técnicos trabajan con las personas a seis meses de salir. Vamos a terminar este año con todos los liberados atendidos con las cosas que podemos dar.

Las posibilidades son algunos 300 puestos de trabajo, un convenio con Inefop de 27 cursos de capacitación y acompañamiento psicológico. También tenemos la Posada del Liberado, que ha sido una cosa importante, con 60 cupos.

Absolutamente estoy de acuerdo con que las cárceles pasen a la órbita del MEC. Quien lo lidere debe ser un organismo con la sensibilidad social necesaria.


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