Jaime Saavedra: "Puedo demostrar cómo en el Comcar se gastaron fortunas en fábricas de dolor"

El exdirector de la Dinali habló del enfoque que le ha dado a las rehabilitaciones de reclusos y cómo es necesario conseguirles trabajo para que haya "cultura de trabajo".

Jaime Saavedra se hizo conocido en los medios por cargar con un discurso atípico en la discusión sobre la seguridad pública. Mientras la mayoría de los actores debaten el tema desde el punto de vista de la represión al delito, el ex director del Polo Industrial del Comcar y de la Dirección Nacional del Liberado en los Gobiernos del Frente Amplio  fue ganando espacio en los titulares predicando que la clave para solucionar los problemas de la reincidencia pasaba por el “amor”. Su gestión fue valorada positivamente incluso en tiendas contrarias, al punto que al asumir el nuevo Gobierno, el ministro Jorge Larrañaga decidió mantenerlo al frente de la Dinali. Sin embargo, a las pocas semanas decidió sorpresivamente renunciar. ¿Cómo hay que leer ese paso? ¿Qué fue lo que pasó? ¿Cómo va a seguir trabajando ahora?

Fueron muchos años muy intensos, en un ministerio muy peculiar y en un territorio como el penitenciario, que es inhóspito.

Algún día se mirará un poco más desapasionadamente el Polo Industrial. Estamos hablando de una de las cárceles más complejas de Latinoamérica. En ese lugar nació una experiencia de letalidad cero y un régimen de vida cotidiana que uno se imagina cómo debería ser. Esto es hoy en el Comcar.

Nació esta experiencia que permitió que transcurra con índices valorables. En el Polo Industrial hay empresarios instalados que apostaron a darle trabajo a privados de libertad y se generó una dinámica relevante para nosotros. Para que los privados trabajen, tenemos que involucrar a los empresarios. En el sistema tenemos gente que trabaja por el salario mínimo nacional y después tenemos un poco más de trabajo, pero no tenemos más. ¿Cómo se genera cultura de trabajo? Hay que salir a buscar a los empresarios. Tiene que haber cultura de trabajo y eso se hace trabajando.

No pensemos que el empresariado no es sensible. Armemos y salgamos a buscar al empresariado. Tenemos 12.000 personas de las cuales 10.000 tienen entre 18 y 24 años.

Una cosa es la discusión en el grupo de WhatsApp y otra es la realidad. La opinión media de los uruguayos está en el Parlamento. Los presupuestos para cárceles se votaron por unanimidad. La Dinali tiene convenio con intendencias de todos los partidos.

Para que cuente qué es lo que pasó tengo que remontarme al 2010. No, tampoco surgieron diferencias con el gobierno. Tiene que ver con los ciertos microclimas que se generaron. Más allá del cimbronazo creo que está bueno cambiar. Me parece bien.

Adicciones

Hay muchos faloperos en las cárceles. Para que la gente entienda: cuando se habla de la droga, el Comcar tiene una sola entrada, es decir, entran por ahí. Entran por varios mecanismos.

El balance que hago de la experiencia anterior es que faltó una política para atender los efectos de policonsumo. Muchos de los que entran tiene problemas de adicciones complejas y no solo de una droga.

Uruguay tiene la institucionalidad para hacer un impacto contra las drogas. No hemos calibrado la gravedad de la situación. Están los efectos del policonsumo y el impacto personal, porque impacta en la vida familiar o en un incidente. Eso hay que atenderlo.

No estudié la LUC, así que cualquier pronunciamiento que diga sería un atrevimiento. Es fundamental el trabajo para que la mayor cantidad de gente trabaje. Da unos resultados extraordinarios a mi juicio.

Organizas tu vida de acuerdo a tu trabajo, familia y hobbies pero si no lo tenés es difícil. Este es el núcleo fundamental. Ha sido parte de la tarea: ir sensibilizando con el discurso.

Gasto

Puedo demostrar cómo en el Comcar se gastaron fortunas en fábricas de dolor. Lo puedo poner con números. Ningún empresario bancaría eso. Se gastan 250 millones de dólares por año. Y no me digan que no tenemos gente. Es la realidad de América Latina. Le mostraré a los vecinos que hay un camino más humano y barato con rehabilitación.

Creo que a Silveira y a la Dinali le irá bien. Espero que en la discusión presupuestal le den lo correspondiente.

El mismo día de la renuncia, la presidenta de Asfavide me dijo de armar la Fundación Alejandro Novo para hablar con distintos colectivos vulnerables para que consigan empleo.


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