Javier Metre: "Es lógica la polémica porque tiene un impacto en la recaudación y en la determinación del impuesto"

El Poder Ejecutivo definió ajustar un 7,76% la Base de Prestaciones y Contribuciones (BPC), el parámetro que está detrás del cálculo, por ejemplo, del Impuesto a la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Analizamos qué implica esta modificación con el contador a cargo del departamento tributario de CPA Ferrere.

Desde la implementación del impuesto, la variable elegida por los últimos dos gobiernos para el ajuste había sido el Índice de Precios al Consumo (IPC), pero este año el gobierno modificó el criterio y resolvió ajustar la BPC en línea con la evolución del Índice Medio de Salarios (IMS) cerrado a noviembre.

Modificación

Las bases de prestación y contribución son una unidad que se creó en 2004 con el fin de sustituir el salario mínimo nacional. Permitió que se ajustara el índice de precios al consumo por el índice medio de salario. La BPC se calcula en base a la variación del índice medio de salarios o por el IPC por la variación de los últimos 12 meses. El gobierno puedo ajustarlo por el 20 % de lo que surja de esos valores. La ley de IRPF lo recogió para establecer los rangos para marcar el impuesto. En su momento fue para dar discreción y para poder mover cómo se implementaban los gastos del estado. Se permitió que se pudiera mover en cierto rango a conveniencia del  gobierno de turno.

Es lógica la polémica porque tiene un impacto en la recaudación y en la determinación del impuesto. También se puede analizar del objetivo y el tipo de impuesto en el que estamos y si la IPC debería ser lo más adecuado. Cada gobierno de turno tiene su agenda y en este caso el establecimiento del uso de un índice medio de salario permitiría suavizar la recaudación del Estado. Utilizar un índice u otro implica que se mueva el mínimo no imponible del impuesto. Cuanto menor es el ajuste del año anterior, menos se mueve la franja. 05

Con el corrimiento en la medida que tenemos un impuesto con franjas más bajas, implica que en la misma retribución, va a pagar un poco más. Siempre va a pagar más por la misma retribución. El que está en el borde capaz que ahora sí tiene que pagar. Siempre el diferencial es fijo dependiendo de en qué sector se encuentra mi remuneración. Esto implicaría una recaudación de unos 28 millones de dólares al año. Si para el próximo año se sigue manteniendo una brecha similar, esa brecha es acumulativa y eso podría escalar. Es un tema de criterios. Puede llegar a ser discutible. Como es un impuesto de tipo progresivo, es esperable que la gente pague más. Normalmente se hace con ajuste por inflación.

Cambios  para el IASS

El IASS también tiene escalas similares al IRPF, por lo que el cambio en uno impacta en el otro. Son escalas similares. Todos los comentarios son extrapolables al IASS.

Podemos tener impactos tributarios que están en el IRPF, por ejemplo las exoneraciones de arrendamientos que tienen un tope ligado a la BPC y luego están las prestaciones como becas, asignaciones familiares. Hay un conjunto de variables que también se corrigen o ajustan por BPC. La estimación no está hecha de la variación de las asignaciones.


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