Gustavo Saffores dirige esta obra escrita por Sergio Blanco ambientada en el Ártico con siete personajes que pueden "destruir las leyes" hasta llegar a "límites insospechados".
El próximo 16 de setiembre se estrena en el Auditorio Nelly Goitiño del Sodre la obra Barbarie: la historia de siete personas que naufragan en medio de la banquisa helada del Océano Glacial Ártico, quedando a la deriva en medio de la nada. Barbarie se presenta como una obra en donde el ser humano “alcanza su plenitud en la ferocidad y que nos acerca más a la bestia que al hombre del siglo XXI”.
Después de que empezamos a ensayar nos dimos cuenta de que la obra está ambientada en 2020. Fue muy premonitoria. Con todo lo que pasó, se resignificó.
Todas las obras de Sergio tienen una complejidad. Si bien Barbarie pertenece a una etapa anterior de su dramaturgia. Desde los últimos diez años trabaja en la autoficción. Esta es una obra de teatro representativo, más tradicional. Tiene la dificultad de que son siete personas todo el tiempo en escena.
Todos los personajes en ningún momento hablan más de una frase. Son 99 escenas donde no vas a encontrar un monólogo. Esa fue la gran dificultad de articular el texto para que no quede un ping-pong. Creo que lo logramos.
Es muy compleja porque plantea situaciones que para un actor son desafíos muy grandes. También nos hace cuestionar hasta dónde podés representar determinadas situaciones, dolores y pérdidas.
Es una incógnita por qué nunca se estrenó. Si bien la leés y lo primero que decís es: ¿cómo se hace? Siempre dije que quería dirigir una obra que volara la cabeza y que fuese muy interesante dirigir a los actores. Me interesaba mucho ese desafío de trabajar con los siete actores y poner ese universo de Sergio.
En un momento me acordé de cuando la presentamos en el Solís con una lectura y le dije a Sergio que vayamos a estrenarla.
Nosotros trabajamos con un equipo de diseño muy grande, que es el mismo con el que venimos hace tiempo con Sergio. Tato Castro hace un paisaje sonoro durante toda la función. No es que se escucha una banda sonora, sino un paisaje. Todo el tiempo estás escuchando. Sucede en el hielo del Ártico. No sé si es un punto a favor o en contra que ninguno de nosotros sepa cómo es vivir 30 ºC bajo cero salvo excepciones como la Tragedia de Los Andes. Nuestro trabajo iba por despegarnos de esa historia. A primera vista se ve una historia de supervivencia y resiliencia, pero no. Acá Sergio plantea lo contrario: cómo podemos ir destruyendo las leyes, códigos y esa sociedad de la nieve para preocuparnos de uno mismo hasta llegar a límites insospechados.
