La Intendencia de Canelones comenzó a multar con radares y realizó cambios de nomenclatura en las calles

Con la instalación de cuatro radares en cuatros puntos distintos se pretende regular el tránsito y evitar el exceso de velocidad, en lugares donde pasan miles de personas por día. Se estima que unos 30 mil uruguayos viajan por la rambla costanera. Por otro lado, la comuna continúa con el proyecto de cambio de nombres en más de 100 calles y avenidas. Algunas de las modificaciones más disonantes son la de la rambla de la Ciudad de la Costa, que pasó de llamarse Tomás Berreta a Líber Seregni y la calle José Batlle y Ordóñez de Shangrilá, que se denomina Germán Araújo.

Radares

Los cuatro puntos donde pusimos los radares fijos de manera eventual fiscalizamos con los radares móviles. Pasamos de un control eventual a un control permanente, pero los lugares están definidos porque es donde cambia la velocidad y donde nosotros queremos controlar y que se mantengan esas condiciones. El mensaje es que esto ya no es una vía rápida, sino un paseo costero que se está construyendo, no solo con los radares sino con la infraestructura. Un montón de infraestructura donde los radares acompañan el control de la velocidad para transformar esto en un paseo costero.

Datos muy alentadores. Tuvimos un mes y medio de relevamiento de información de lo qué pasaba en cada uno de los cuatro puntos donde se instalaron los radares. En uno de ellos la cantidad de tránsito promedio fue de casi 25 mil vehículos por día, de esos 25 mil vehículos por día, 6.300-6.400 excedían la velocidad permitida. Eso fue en el arranque del relevamiento. En el final del relevamiento ese número de exceso de velocidad había bajado a 3074, la gente incorporó el hábito de la velocidad. Tenemos las expectativas de que siga disminuyendo.

Multas escalonadas según el exceso de velocidad

Teníamos una única multa por exceso de velocidad de 10 UR, a partir de este relevamiento tomamos dos decisiones políticas, una es explicitar la tolerancia que se va tener en cada punto de control que es de 10 km/h y esa tolerancia abarca un análisis del entorno para la velocidad. Pero también abarca dejar por fuera los que son los posibles errores que los propios fabricantes automotores dicen que tienen los velocímetros. Dejar afuera los márgenes de error que tienen los radares según las normas de origen. Eso queda totalmente afuera, la gente va estar tranquila de que la sanción que se aplique la multa esas eventualidades estarán exentas y eso nos lleva a escalonar las multas de radares en las que pasamos de tener una única multa de 10 UR a tener dos escalones, el primero va a exceso de velocidades hasta 20 km/h de velocidad permitida y en ese caso la sanción es de 3 UR cuando tu superas los 20 km/h establecidos, ahí la sanción económica se mantiene en 10 UR. Recordándole al vecino y vecina que existe a nivel nacional desde hace tiempo la ley de falta que en materia de tránsito tiene cinco artículos que pena la ley de falta, uno de ellos cuando la persona excede a más del doble de velocidad permitida de la zona, en ese caso también pasa el tema a la justicia.

Afectación a la intendencia

No tenemos un estimativo. Si tenemos la preocupación por las características que hace al departamento. Lo que para Montevideo sostiene a nivel económico, para Canelones es más difícil y para el interior también. En ese sentido la expectativa es poder tener controlada la velocidad y poder llevar delante de los costos que llevan los controles. Que no es solamente la instalación de los radares sino el procesamiento y relevamiento de la información. En ese caso no tenemos idea de cuántas multas se pueden llegar hacer. Claramente se harán más multas. También al bajar el valor de la multa a un 30 % de lo que estaba, los ingresos serán menores, pero acá la apuesta es que la gente respete las velocidades y ojalá no apliquemos ninguna multa.

A medida que la información que los radares nos vayan dando, cuánto más al este se instalen los radares menor es la cantidad de vehículos promedio diario de los que circulan, eso quiere decir que hay un porcentaje que sigue hacia el este, pero un gran porcentaje que son vecinos de la zona. Pretendemos llegar al objetivo de que tanto la rambla como la Avenida Giannattasio se entiendan como un espacio urbano, en el caso de la rambla complementando como un espacio de paseo.

Cambio en nomenclaturas de calles

Acá hay un proceso que finalizó en 2008. Para eso hay un protocolo de trabajo donde se convocaron 31 organizaciones barriales de las cuales participaron 25, 17 llegaron presentar propuestas con trabajos elaborados, hubo debate con la sociedad y en la junta departamental. Los procesos burocráticos tienen esos procesos de tiempos largos.

Para cuando viene una ambulancia, cuando viene el correo, que los jóvenes visualicen los nombres de las calles y eso ayuda. Estamos yendo a más. Hicimos una licitación, se instalaron 1400 nomeclantores con casi un costo de 15 millones de pesos. En otros municipios trabajamos junto con ellos sobre la financiación.

Es un proceso. Todavía solo señalizamos las calles primarias que sabemos que no cambiarán el sentido de circulación. Las internas aún no porque estamos trabajando en proyectos de esas calles internas. Hay que seguir laburando.

Hay casi 200 cambios de nombres, por eso es todo el tiempo que llevó. No solo se tiene se tiene que proponer el nombre, sino que también se tiene que justificar.

La coyuntura política también marca eso. Hay zonas y barrios que nomenclaturas son nombres de pájaros, invito a los vecinos y a los partidos políticos, no solo por la rambla, sino por otros lugares que hay que organizare entre los vecinos, no solo podemos desde la crítica cambiarlo. Señor y señora tiene que tener una propuesta completa. Hagamos los procesos que tengamos que hacer, sin mayores problemas. Tenemos muchas repeticiones de nombres y eso se emprolijó.


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