La polémica detrás del traslado de la embajada estadounidense a Jerusalén

Recibimos a Susana Mangana, catedrática de Islam y Medio Oriente, puso en perspectiva la decisión del gobierno de Donald Trump.

Este lunes Estados Unidos inauguró su embajada en Jerusalén, la cual trasladó desde la ciudad de Tel Aviv, algo que generó gran malestar en la comunidad musulmana y países árabes. Hubo manifestaciones en la franja de Gaza, donde se registraron más de 50 muertos y unos 2.400 heridos.

El Gobierno uruguayo condenó las medidas de represión. La embajadora israelí en Uruguay, Nina Ben-Ami, celebró la decisión de Estados Unidos y aspira a que otros países tomen el mismo camino.

Susana Mangana, responsable de la cátedra de Islam y Mundo Árabe del departamento de Formación Humanística de la Universidad Católica del Uruguay, explicó la incidencia de esta decisión.

Son decisiones que eran previsibles. El presidente Trump nos está acostumbrando a una política exterior donde tenemos que estar más pendientes de su cuenta de Twitter de lo que diga su secretario de Estado.

La decisión de trasladar la embajada de EEUU era algo que venía desde hace tiempo, otros presidentes la iban postergando.

Han secundado la medida otros países que no pesan lo mismo en el escenario internacional, como Paraguay y Guatemala.

¿Este traslado de la embajada era necesario en un conflicto palestino-israelí que está muy estancado? Los países de peso internacional comentaron que esta medida era negativa, porque cambia el statu quo de la situación y contraviene algunos principios del derecho internacional.

Los países de peso internacional comentaron que esta medida era negativa, porque cambia el status quo de la situación y contraviene algunos principios del derecho internacional.

A Israel le conviene este movimiento de la embajada de Estados Unidos. Es un reconocimiento de que Jerusalén es la capital eterna y definitiva del estado de Israel y echa por tierra la postura de los palestinos árabes.

Se habla de dos estados. Hoy Ramallah es la capital del estado palestino y está transitando como capital política pero no dejan de soñar con volver a tener Jerusalén como capital.

Hay 60 muertos, los hay. ¿Fue un uso proporcional de la fuerza? ¿Es necesario eso para contener las protestas? La administración Trump hace esta movida para dar un hecho consumado que quiere arrastrar a otros países. Por ahora la UE se mantiene firme.

Lo que se necesita es una voz desde la Unión Europea que tranquilice las aguas.

El mundo debe darse cuenta de que, si queremos tener menos amenazas terroristas, hay que dejar de intervenir en estos países para hablar de Siria, Irak y Yemen.

La Liga de Estados Árabes no hace nada para arreglar la situación porque quien está en el ojo de la tormenta es Irán. Esto es porque la casa real saudí, que es suní, y se opone a la república chií de Irán.

No hay amigos y enemigos. Hoy les interesa que Trump apoye a Arabia Saudí enfrentando a Irán para socavar su régimen islámico.


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