La solicitud de la Universidad de la República por mayor presupuesto

La designación presupuestal fijada para la Universidad de la República por el Poder Ejecutivo generó polémica. Se justifica por parte de la universidad que han aumentado la cifras de alumnos cursando, y que muchos planes de infraestructura y generación de carreras en el interior del país no serán posibles de realizar. Rodrigo Arim, rector de la universidad, explica que las cuestiones de educación superior son a largo plazo.

¿Tuvieron contacto con algún legislador para ver si hay chance de redistribuir recursos de otro lugar?

Estamos teniendo contacto con varios partidos, del oficialismo y de la oposición. Primero tuvimos sorpresa vinculado a algo que hasta el momento se despejó que era la eliminación del adicional del Fondo de Solidaridad. No porque la Universidad defienda el adicional, creemos que se puede discutir y tiene problemas de diseño, pero son 15 millones de dólares anuales, y era un recorte directo al presupuesto de la institución. Por diálogo que he tenido con algunos legisladores, se puede decir que eso es algo que no va a suceder.

La asignación cero no era esperable en un contexto de rendición de cuentas que tiene incrementos para otros sectores de educación, tanto ANEP como UTEC, y también mirando el Hospital de Clínicas, para ASSE.

Hay una buena noticia para Uruguay: hay mucho más estudiantes universitarios. Hasta el 2019 veníamos creciendo hasta el 3 o 4%. En este 2021 y 2022 estamos entre un 15 y 16% a los niveles prepandemia. El principal componente de movilidad social en el siglo XXI es la educación superior. Pero esos jóvenes provienen de contextos distintos, con trayectorias educativas muy diversas, y que requieren procesos de acompañamiento distintos. La Universidad está atendiendo a 4000 estudiantes más que lo que atendía en el 2019 con la misma cantidad de horas docentes.

No podemos echar las culpas en el proceso de educación previo; una vez que se ingresa a la universidad, es la universidad la responsable. Que la universidad sea un mecanismo de movilidad social. Más del 50% de los alumnos que ingresan a la universidad son primera generación de universitarios. El 20% de quienes egresas fueron beneficiaros de algún tipo de beca. Son jóvenes que logran egresar, provenientes de contextos complejos. En el interior, la cifra de primera generación pasa a 80%.

Situación en Paysandú

Esta es una asignación por una única vez, que valoramos mucho. Pero no es por año. Necesitamos presupuesto para tener más alumnos, más carreras y acompañarlos en ese proceso.

¿Cuáles son los reclamos, concretamente?

El primer componente volver a la cantidad horas docentes que teníamos en 2010. Más allá de que el Zoom funciona bien, la educación terciaria necesita de contacto del alumno con el profesor.

Lo segundo es diversificar ofertas en el país. Tercer componente: ciencia y tecnología. La Universidad de la República sigue siendo entre un 70 o 80%. Lo jóvenes que terminan su posgrado, ¿Dónde se van a integrar? Es darle horizonte a jóvenes que de otra manera se van a frustrarse y quien va a perder es el país en este caso.

Si uno compara el presupuesto de la Udelar con el presupuesto de similar tamaño en egreso, en la región, la Universidad está varios escalones abajo. Si nosotros queremos avanzar en un país donde logre generalizar la educación terciaria, tenemos que tener más músculo en esta área. Con estos recursos no podemos esperar mantener a los estudiantes en el nivel terciario.

Nos suele pasar en Uruguay, que las situaciones dramáticas de corto plazo a veces nos pone una especie de lente pero solo para ver de cerca. Nos olvidamos de la miopía: hay que mirar lejos en estas situaciones, y en la educación terciaria se mira lejos o no se mira. Cual atraso relativo en mejorar las condiciones de estudio tiene efectos a mediano y largo plazo importantes. Somos un país pequeño, el principal elemento de desarrollo es el conocimiento.

¿Estas faltas de señales quiebran la relación con el gobierno? 

No, tenemos un vínculo muy razonable. El gobierno muestra una estructura de prioridades que nosotros no compartimos. Tanto en la Ley presupuestal como en la última rendición de cuenta, la Udelar logró recursos incrementales. Hay un partido que hay que jugar de nuevo, y yo veo receptividad.

En la estructura de prioridades, no estamos compitiendo con ANEP o UTEC. Hay que ver más globalmente el conjunto de políticas sobre estos temas de Uruguay. Uno no puede mirar de forma aislada cada uno de los componentes del proceso educativo. Ejemplo: tenemos alguna evidencia preliminar de que donde la Udelar se instaló en el interior, eso generó un efecto positivo en el egreso de secundaria. Si sabés que no vas a poder venir a estudiar a Montevideo, capaz terminar secundaria no es vital.

Fondo de Solidaridad

Tiene un problema de diseño tributario. Podría ser un componente del IRPF, tiene relación directa con la capacidad tributaria de las personas. Mi único punto sobre el Fondo de Solidaridad es que esos 15 millones de dólares nos necesitamos.

En el 2001, se pone con la particularidad de que es un impuesto transitorio. Pasaron dos décadas. Desde la Universidad o desde el sistema político, ¿no se pudo pensar en una alternativa?

La Universidad, como ente público, recibe recursos de rentas generales. La estructura tributaria que lo sostiene es la estructura del país. La votación del adicional se dio a fines del 2000, porque el Poder Ejecutivo entiende que no hay forma de generarle recursos a la Universidad de la República a través de ese mecanismo. Luego el país no lo volvió a discutir. No nos oponemos a la eliminación de esa tasa. Por suerte las becas no están en cuestión. La Universidad puede opinar, pero la decisión tributaria es del Poder Ejecutivo. No planteamos estas propuestas de financiación porque no nos corresponde como institución.

¿Dónde está la prioridad si les aceptan el presupuesto para el próximo año?

La principal es tener recursos adicionales que nos permita mejorar las condiciones en las que estamos atendiendo la población infantil. Y en segundo lugar, generar puestos de trabajo para grados 1 y 2 para los jóvenes que están terminando su formación en posgrados. Son dos embudos grandes que pueden tener efectos a largo plazo. Si no transformamos esta buena noticia de tener un ingreso creciente, en un egreso creciente, que está creciendo pero no a ese punto, puede ser problemático.

 


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