Los Rosales: una propuesta curricular para niñas en Casavalle

Paola Terra, directora general de Los Rosales, y Cindy Ezquiaga, directora del colegio Los Rosales, explican que la institución educativa centra su trabajo en que las niñas puedan empoderarse. Hace más de 30 años que trabajan en el barrio de Casavalle con las familias, en el marco del proyecto Cadi.

Paola Terra - directora general de Los Rosales; Cindy Ezquiaga, directora del colegio Los Rosales

Terra: Esto surge hace 30 años a petición de las familias del barrio. Ellos han buscado ayuda en distintas instituciones para conseguir mejoras en la educación. Así hemos empezado a trabajar con ellos en el barrio. A lo largo de los años hemos abierto diferentes proyectos: un CAIF, un club de niñas, un colegio. Que nos dijeron: las niñas llegaron a los tres años y no queremos desvincularlos. Allí fuimos creciendo año a año. Hasta el año pasado que llegaron a 6to de escuela y asumimos el desafío ineludible de atender a las niñas en esta etapa que es la preadolescencia y este año abrimos un liceo tecnológico. Y nuestro sueño es continuar todo el liceo hasta cumplir todo el ciclo

Tres aspectos importantes de Los Rosales en Casavalle, sería primero, el compromiso con el barrio, segundo la apertura del liceo tecnológico, y estamos muy enfocadas en el área laboral,  a darles herramientas para que puedan salir ya con un trabajo, y el tercer aspecto es que todo esto es gracias a benefactores y donantes, tano empresas como particulares. A lo que vamos a necesitar que se incorporen nuevos para cumplir todos los años del liceo.

Hasta 3 años tenemos convenio con el INAU, y también para un club de niñas, que van a otras escuelas públicas y en las tardes vienen a nuestro colegio. Pero todo lo que es colegio y liceo es de donaciones. Nosotros pedimos una pequeña cuota, que no todos la pagan. Es simbólica, aunque para ellos sí es una suma que la hacen con mucho esfuerza, y para nosotros significa compromiso. Porque cuando se inscriben nosotros tenemos esta conversación con los padres de que no se inscribe la niña, se inscribe la familia entera. A los padres les pedimos que participen de dos talleres obligatorios. Y cuando nos comparamos con otros centros, que nos comentan ¿cómo hacen para la involucración de la familia sea tan alta? Que participe, y es parte de un proyecto.

Ezquiaga: Es la forma de generar un cambio que trascienda. Formar niñas y adolescentes independientes, que van a ser las mujeres que generen cambios en su comunidad, que se extienda fuera de la institución. Los talleres de padres son organizados en conjunto con lo que se trabaja curricularmente con las niñas.

Hay un programa que se llama "Aprender a amar", en el que trabajamos todo lo que tiene que ver con la educación afectivo y la sexualidad. Y a medida que se va trabajando con las chicas en diferentes aspectos, se va trabajando eso mismo con la familia, para acompañarlas en su desarrollo. Esto genera mucha autonomía en ellas y les permite trasmitirlo a su familia y amigos del barrio. Las familias a estos talleres asisten siempre con mucha responsabilidad, incluso nos han pasado que piden ayuda con determinados temas.

Segregar por sexo

Ezquiaga: En la educación diferenciada, hay una corriente pedagógica que considera el trabajo separado entre niñas y varones por diferentes características, intereses y demás. En nuestro proyecto, la importancia de esto es que el rol de la mujer está sumamente desvalorizado en este contexto, y esto nos permite trabajar con las chicas, específicamente con ellas, potenciarlas en lo que nosotros buscamos, que es empoderarlas. Hacer un cambio de visión de que ellas pueden hacer algo más de los que ellas creen.

El colegio es nuevo, del 2015. Nosotras tenemos egresadas del club que una vez que salieron de la escuela siguieron teniendo contacto con nosotros, y hay muchas que empiezan a cursar universidad, que no es habitual porque hay un gran abandono en lo liceal. Y muchas de ellas hoy trabajan como educadoras en nuestro centro, mientras cursan la carrera. Y nosotros le proponemos que se tienen que comprometer su carrera, y lo hacen porque entienden que a futuro va a ser lo que las va a es independizarse, lo que les va a dar autonomía, son ellas las que pueden hacerse cargo, les da libertad.

Terra: En el contexto que estamos, es de altas tasas de adiciones, delincuencia, trabajo infantil y violencia, y en muchos casos, los hogares no están constituidos por familia, son abuelos, tíos y muchas veces las chicas son hijas de madre de adolescencia, de 12 a 15 años. Encontramos que ellas son las primeras que se van marcando un destino. Esto lo vimos claro la semana pasada: fuimos a visitar una gran empresa de tecnología, les preguntamos qué les parecía, y dijeron buenísimo pero este es un trabajo para ricos. Ese es nuestro propósito es transformar vidas, y que si ellas quieren hacer algo distinto a lo que vieron en su casa, pueden hacerlo y las vamos a acompañar.

Pero la mujer con la maternidad tiene una diferencia importante, que está marcada por la naturaleza, que tiene el patrón de la maternidad, y suele ser la que se queda en casa, se ve predestinada a la que se encargue de los hijos. Que si quiere hacerlo, que lo haga, pero sea una elección.

Por ejemplo, tenemos un laboratorio que es un aula que está llena de herramientas (taladros, tornillos, palas, etc.) Esto está estudiado, si en esa aula estarían niños y niñas, serían los niños los primeros que se aproximen a hacer esas actividades y las niñas quedan observando. Lo que nos permite esto de tratarlos así "aislados" es que ellas puedan ser protagonistas en todo, que no se sientan cohibidas. En el colegio están unas horas, peor luego están en un contexto que ya están en la realidad.

¿Qué pasa con el contexto de afuera con relación al hombre?

Terra: Incluimos en el cuerpo docentes la figura masculina, porque hay imágenes negativas masculinas, incluso en la casa. Otro aspecto importante es que compartimos muchas familias con Los Pinos. Somos entidades hermanas. Compartimos familias y actividades: hicimos la jura de la bandera y tenemos planificadas más actividades conjuntas.

Singapur y Bambú: métodos pedagógicos

Ezquiaga: Singapur es un método que se usa para enseñar matemática en todo el ciclo escolar. El centro de este método es la enseñanza a través de la resolución de problemas. La matemática es una excusa de desarrollo de habilidades y conocimientos. Con diferentes situaciones ellas buscan diferentes formas de resolver, lo que permite intercambio de trabajo en equipo.

En el caso de Bambú es similar. Son libros y fichas de trabajo que desarrollan la compresión lectora y más centrado ahí que en contenidos específicos.

¿Cómo ven la zona?

En la zona, estamos atendiendo 700 familias y trabajan en el centro 110 personas. Muchas son personas del barrio. Con la familia, la integración es muy buna. La institución en el barrio se respeta bastante. Es una institución de muchos años. Es un lugar de referencia. Tenemos un estudio jurídico que tenemos en convenio con la Universidad de Montevideo, y se atienden a casos de tenencias, de pensiones, y regímenes de visitas del barrio.

El colegio ofrece formación religiosa. Tenemos niñas de varias religiones, está abierto a todas las personas. Se ofrece catequesis. No es una institución del Opus Dei. Estamos inspirados en las enseñanzas de San Josemaría, intentamos hacer que las personas sean mejores personas con los valores cristianos. También se ofrece el que quiera bautizarse. Es totalmente opcional. Y vienen niños que no están vinculados a la institución a bautizarse.

¿Cómo se puede colaborar?

Estamos en una campaña de becas, el mail comunicacion@losrosales.edu.uy. Lo más importante es que nos puedan seguir en las redes (@colegiolosrosales) y allí difundimos varios eventos y a través de esto conseguimos sponsors. Aquí tenemos un desafío importante porque a medida que vayamos cubriendo el liceo, que tiene costos por naturaleza más grandes. Si bien tenemos un sueño grande, también lo es el desafío.

 


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