Analizamos junto con el profesor de Comercio Internacional las dificultades actuales del Mercosur y los desafíos del bloque luego de la reunión por el aniversario número 30 en el que Uruguay apuntó hacia la flexibilización de los acuerdos.
Reunión por el aniversario número 30 del Mercosur
El episodio fue el que fue y es poco interesante volver a él. La situación es muy extraordinaria. La centralidad la tiene la pandemia y fue una reunión extraña. Lo importante acá es poner la centralidad en este tema en el Mercosur. Un plano es el de toda la región. Involucrar cambios con planteos formales o pensamientos de largo plazo quien está involucrado con esto primero es Brasil. Sí lo plateó primero desde el punto de vista público. Brasil tiene y a Uruguay le conviene tratar de asociarse o coordinarlo con Brasil. El otro plano particular de Uruguay tiene que haber una iniciativa en donde se pida una autorización propia sin alterar el equilibrio presente el Mercosur. La flexibilidad no es innovación, es el modo que ha tenido el bloque para hacer verosímil los acuerdos comunes. Ya lo hizo con el TLC con México. Hay que avanzar con esto de forma gradual y en distintos términos. Primero está la relación con Corea y Uruguay podría buscar un avance en la negociación y Uruguay suscribir para tener un acuerdo con Corea, por dar un ejemplo. Ese es un plano distinto y propio del Uruguay. Debería recibir la solicitud del Mercosur y sería verosímil de recibir en un plano corto. Lo otro es entrar en un ritmo de negociación en la región más largo.
Diálogo con Brasil
La situación es compleja porque la posición en cada país es heterogénea. En lo profundo, por detrás de los gobiernos hay estructuras muy difíciles de remover. En Argentina entienden que esta modalidad de recibimiento hay que cambiarla y tiene que tener caminos graduales. Con Macri y Bolsonaro el gobierno de Bolsonaro no lo pudieron llevar adelante en los términos que ellos planteos. Uruguay no puede asumir solo el costo de cambiar todo eso porque es un asunto muy grande e involucra grandes procesos en cada país. Hay que plantear una posibilidad gradual sin perforar. El Mercosur es un acuerdo fáctico. Basar esta discusión en los tratados y artículo uno del acuerdo de Asunción que se viene violando desde el principi. El Mercosur es un acuerdo de hecho. Esto puede tener una autorización a los países pequeños y se la da a cualquiera que la pida. Esto no es nuevo. Desde principio de siglo se viene planteando algunas cosas. Uruguay puede pedir una autorización y para Brasil también es una señal que algo quiere hacer con la apertura.
Hay tres niveles distintos en los cuales hay que procesar este tema. Uruguay tiene que estar alineado con los sectores políticos hacia adentro. Otro tema distinto es el nivel regional y la armonía con nuestros vecinos. Un tercer nivel es la voluntad de un tercer que es las condiciones en las que nos vamos a sentar a negociar. Este equilibrio es complicado y por querer forzar el último nivel quizá le estamos sacando verosimilitud para que se dé. El equilibrio doméstico de estar alineados y fuertes y el equilibrio regional de estar en armonía con los vecinos. El presidente llegó a un acuerdo con Brasil que no es nada menor y al mismo tiempo buscar una autorización para ciertas negociaciones. Este es un proceso gradual. Necesitamos comprender el caso de Argentina. Argentina tiene que resolver muchas cosas y no le puede agregar otro tema. Necesita estabilizar su economía. Ese camino que está recorriendo muchas veces no es muy amigable con la región. Nadie le está pasando factura a Argentina por eso. Tenemos que apostar a lo reciproco. Estas cosas que son muy del futuro, si generamos verosimilitud sobre el futuro, tiene o impacto en el presente. Tenemos que construir un ámbito de tolerancia recíproca y jugar ese doble juego, la asociación con Brasil para que le del tiempo a Argentina a acomodarse y en el corto plazo la autorización para el país para hacer esas negociaciones. Tenemos que considerar que la armonía regional no es menor, sino no sería verosímil.
Posibilidades de acuerdo con China
No hay que anticipar eso hasta que no ocurra. Uruguay necesita acceso al mercado internacional y los motivos ya fueron establecidos hace tiempo. Me parece que este mes es de prudencia en términos de pandemia. En abril va a haber que trabajar mucho y ver qué es lo que Uruguay hace por sí mismo. Uruguay va a tener que seguir insistiendo. Este es el tema de todos los países de la región. El principal problema de Brasil es lo cerrado que está al mundo y las consecuencias que tiene eso. A Argentina le pasa algo parecido. Los costos de la transición son altos. Ha habido algunos planteos de las centrales empresariales. Uruguay va a tener resistencias domésticas y en Argentina y Brasil igual. Los vientos del proteccionismo siempre aparecen.
Mercosur-UE
La única posibilidad de esos acuerdos es que se bilateralicen. El acuerdo UE- Mercosur no tiene la firma del acuerdo. Hay que dar ese paso con el movimiento. Es la manera. Si Uruguay hace ese acuerdo ese es el mecanismo más certero para que empiece a ocurrir con todos. En el mundo el regionalismo tiene el efecto dominó. EL Mercosur es casi el contraejemplo del efecto dominó.
