Marcela Bensión sobre el primer "Bono Verde" realizado por Uruguay: "Analistas locales y organismos internacionales ven un buen dinamismo y un crecimiento que superan el 5%" para 2022

El Ministerio de Economía y Finanzas recibió buenas noticias en los últimos días, como la emisión del primer “bono verde” que asocia la tasa de interés a pagar con el cumplimiento de compromisos ambientales. Además, una calificadora de riesgo elevó la nota dentro del grado inversor. Sin embargo, también hay riesgos en el horizonte: una recuperación que no es pareja entre sectores, problemas de cara a la temporada turística y una inflación que no cede.

La emisión del primer "Bono Verde" que realizó Uruguay

Básicamente el bono es una forma del que el gobierno se endeude. Gobiernos del mundo se endeudan todos los años porque en general tienen déficit fiscales. Siempre uno sale a cubrir ese déficit con préstamos o emisiones de bonos. En primer lugar, esta fue una emisión para financiar el déficit y tuvo la particularidad de combinar la estrategia financiera para financiar el déficit con los compromisos ambientales y eso fue lo innovador. Uruguay tiene compromisos ambientales que realizó en el acuerdo de París, que se realizaron en el gobierno anterior en 2017, tiene una serie de métricas que se compromete a llegar en el 2025. Nosotros elegimos dos de esas métricas, una de ellas tiene que ver con las emisiones de gases de efecto invernadero en relación con el PIB, de cómo el país crece y contamina con gases de efectos invernadero. De alguna manera, Uruguay ha venido bajando esa intensidad en la emisión de gases invernadero y se tomó ese indicador como uno de los indicadores ancla de ese bono. El otro es la preservación de los bosques nativos.

La particularidad fue que se asoció la tasa de interés que paga ese bono entre el gobierno uruguayo y la sociedad en su conjunto, al cumplimiento de esas dos métricas involucradas a los gases invernaderos y los bosques nativos.

Si se cumplen las metas la tasa de interés a la que se emitió el bono no cambia durante el  periodo del bono que son aproximadamente 11 años. Si se sobre cumplen las metas hay una baja en la tasa de interés que pague el gobierno a los inversores que compraron ese bono. Si no se cumplen las metas el gobierno tiene que pagar un poco más. De alguna manera es como que se dobla la puesta por el cuidado del medio ambiente atándola a la estrategia financiera.

Venimos trabajando en este instrumento hace más de un año y medio. Venimos teniendo reuniones con todos los inversores del mundo y una de las cosas que argumentábamos es hora que todos los actores de la sociedad demuestren el compromiso con el medio ambiente. No solo el gobierno que tiene que invertir y destinar recursos para cumplir esas metas, sino también los inversores que dicen que les importa el medio ambiente y es hora que lo demuestren con hechos.

Este instrumento lo compraron mayoritariamente inversores del extranjero. Los mercados internacionales están como muy volátiles con este proceso de subas de tasas en el mundo. Fue una verdadera prueba de testeo de mercado y muy exitosa de Uruguay, porque de alguna manera se logró una demanda casi 4 veces de lo que el país quería emitir y conseguir de fondos, y consiguiendo unas tasas de las más bajas de la región. Eso nos parece que es un logro y que no es casualidad. Tiene que ver con que Uruguay es de los países de la región que tiene mayor dinamismo económico. Estamos viendo en el mundo una desaceleración económica muy importante de países relevantes para Uruguay como China. Si uno mira las proyecciones de crecimiento económico de Uruguay en general, tanto analistas locales como los organismos internacionales ven un buen dinamismo y con un crecimiento que superan el 5% para este año. Eso tiene que ver con un buen manejo de la economía que se ha hecho durante todo este tiempo a pesar de enfrentar tres shocks fuertísimos; la pandemia, la guerra entre Rusia y Ucrania, y ahora la suba de tasa de interés. También tiene que ver con la disciplina fiscal que ha tenido este gobierno que se ha preocupado mucho por hacer sostenible la deuda pública para que no quede ninguna duda por parte de la comunidad e internacional.

 Proyección de crecimiento

Básicamente tiene que ver con precios de materias primas que han subido fuertemente. Sobre todo desde principio de año y la guerra entre Rusia y Ucrania tuvo que ver en ese aumento y eso determinó un sector externo que está creciendo en forma muy pujante y que tiene su correlato e indicadores domésticos. El consumo lo estamos viendo en los hogares y vimos subir por encima de lo pronosticado en el que hay una especie de drenaje de ese crecimiento económico externo hacia toda la economía que determina un crecimiento económico.

Lo primero es que este gobierno ha estado destinando a esos sectores que más lo necesitan. Estoy hablando de las transferencias monetarias que se hicieron durante la pandemia para los hogares vulnerables y de menores ingresos. Les recuerdo que en el 2021 se duplicaron las transferencias monetarias a los hogares más vulnerables. Mencionando un número redondo, de unos 251 millones a unos 500 millones de dólares anuales de transferencias monetarias. También en la Rendición de Cuentas de 2020 se destinaron 50 millones anuales de forma estructural y permanente para atender la primera infancia. De alguna manera la decisión del presidente de la República es con esta medida de reducir IRPF e IASS de llegar a las franjas más bajas que lo pagan. Se empieza a pagar IRPF a partir de un salario de 29 mil pesos mensuales líquidos. Básicamente el presidente de la República con su compromiso está argumentando es que en la medida de lo posible y en el manejo de las finanzas públicas sea disciplinado y no haya duda de la sostenibilidad de las finanzas públicas tiene sentido aflojar un poco la sincha en esa franja más baja.

En el 2020, algunos economistas estaban sugiriendo que el gobierno gastara más en construcción para generar empleos. Esa construcción no se hace en un año y después no se hace más. Es un gasto permanente a lo largo de los años que puede deteriorar la disciplina fiscal si no es hecha con prudencia y en los momentos correctos como ahora. Ahora después de la pandemia nosotros entendimos que el momento era para destinar gastos a atender la pandemia y luego de haber pasado eso, con el crecimiento económico que genera recursos al Estado, se están destinando fondos para los planes de infraestructura, donde hay uno muy ambicioso de unos 10 mil millones de dólares para el quinquenio porque de alguna manera ahora sí se puede destinar.


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